Es tiempo de ayudar a quienes gastan su tiempo y pestañas en pensar y elucubrar quién habrá de ser el candidato o candidata del PAN a la presidencia municipal de Querétaro: hoy estoy en condiciones de asegurar que finalmente el panismo decidirá por Lupita Murguía.
Y no es que esté buscándole “chichis a las culebras” ni jugando a la pitonisa, simplemente las condiciones y circunstancias en torno a la persona y el escenario venidero permiten discernir a cualquiera con tres dedos de frente por dónde puede venir la definición. Verá.
Lupita representa hoy el único proyecto –de los que están en la mesa- capaz de aglutinar las diferentes fuerzas que integran Acción Nacional, por la extensa capacidad que ha demostrado en materia de negociación y construcción de acuerdos, por lo que duros, “neos” y hasta “terceras vías” pueden verse incluidos en el Centro Cívico.
Por otro lado, y no menos importante, la candidatura de la “dama de platino” resulta por demás útil al proyecto partidista en el estado, debido a que por primera ocasión la candidatura a la capital –que resulta un municipio de alta rentabilidad electoral– sería encabezado por una mujer, lo cual holgaría al PAN en materia de equidad de género.
Ahora, si queremos hablar de méritos personales, los tiene y de sobra, tanto que han sido reconocidos por propios y extraños, solo basta echar ojo y parar oreja a las declaraciones del diputado federal Felipe Fernando Macías o el secretario de Desarrollo Social, Agustín Dorantes, que han ponderado los merecimientos personales de la secretaria de Gobierno estatal, mismos que, dicho sea de paso, le han generado la simpatía y absoluta confianza de quien a pesar de los irredentos e incautos que siguen encomendándose a prófugos tótems, es el jefe político del panismo queretano y más allá, el gobernador Mauricio Kuri González.
Hablemos de la persona. Lupita ha demostrado ser una mujer cauta, sin estridencia y prudente, lo cual no quiere decir que “le saque al parche” o que no sea firme cuando se necesite. No se confunda, pues sabe hacer “quites” a tiempo y “agarrar al toro por los cuernos” cuando la ocasión lo amerita.
Ejemplos tenemos varios en lo que va de la administración, pero resultaría ocioso mencionarlos. Lo que sí vale la pena destacar, porque también se sopesa en el momento de las decisiones, es la lealtad que ha demostrado al proyecto “kurista” desde que compartieron escaños en el Senado de la República.
A Lupita Murguía le llegó su momento. El “haber dejado pasar la oportunidad” (nótese la elegancia del autor para no decir que le hicieron chingaderas) en los ya lejanos 2005 y 2009, le permitieron un incuestionable crecimiento como parlamentaria, donde acuñó la madurez necesaria para afrontar con éxito lo que se viene.
Como verá, todo indica que a la “dama de platino” ya no la detiene nadie, y quizá veamos a la primera mujer gobernando la capital del estado. Y por qué no, al tiempo quizá también veamos a una mujer gobernadora.
Por lo pronto, hay que hacer votos porque la funcionaria mantenga pies en la tierra y continúe con el excelente desempeño que lleva en la Secretaría de Gobierno, su mejor carta de presentación rumbo a 2024.
“Al buen entendedor”.
Cinismo total
Quien pinta para convertirse en la “piedra en el zapato” del panismo en el estado –si no es que ya lo es– es el presidente municipal de Pedro Escobedo, Amarildo Bárcenas Reséndiz, pues no obstante de cargar con tremendo proceso judicial que tiene a las arcas municipales al borde del embargo por invadir predios de la Hacienda San Clemente, ahora el angelito permitió en uno de ellos la instalación de una antena de telefonía celular, por la que cobra renta a través de su hermano, Miguel Ángel Bárcenas Reséndiz, quien también contrató el servicio de energía eléctrica para abastecerle, ante la Comisión Federal de Electricidad.
Parece que el mal llamado “alcalde” se siente intocable, perdió todo sentido de la vergüenza, o de plano ya le vale madre al saber que no tiene futuro político alguno y empezó muy temprano “el año de Hidalgo”.
“Hay que ser marrano, pero no trompudo”.
Rafita anacrónico
Quien parece no entender que Corregidora ya no es El Pueblito es el joven secretario de Desarrollo Social de aquel municipio, Rafael Montoya, pues como otrora hiciera su señor padre (QEPD) con sus pipas, hoy él atascó el municipio de bardas rotuladas con su apellido (bajo un diseño muy pinche, por cierto) en el que anuncia “Las Carnitas del Pueblo”.
En su descargo he de alegar que, por lo regular, cuando un político comete este tipo de pifias, la culpa es de un asesor pendejo, en este caso uno al que se le ocurrió que era una idea genial y “muy fresca” posicionar al personaje por medio del apellido a través de la promoción de la inauguración de un negocio de venta de carnitas acompañada de un eslogan rancio y gastado, mismo que seguramente evolucionara en “El candidato del pueblo”.
Sé que a estas alturas algún genio o el mismo asesor al que me refiero en líneas anteriores debe estar diciendo: “pues ni tan pendejo, porque te puso a escribir de él”. Y sí, me puso a escribir de él, pero de la forma que poco o nada aporta a su proyecto, pues desafortunadamente la acción se lee como un acto desesperado por salir a como dé lugar, y mal, que seguramente el denominado círculo rojo tomó a guasa, como producto de su destemplanza juvenil.
“A la primera piñata en la fiesta le llueven más palos”.
Morenos siendo morenos
Le cuento. Resulta que en días pasados circuló en redes sociales la nómina del Comité Directivo Estatal, en donde se observa quién y cuánto cobra, lo cual no es malo. Sin embargo, ya sabrá: el viejo, rancio y tonto que gusta de hacerse llamar doctor buscó cómo sacarle el lado negativo y lo logró, alebrestando a pobres homínidos que se tragan su falacia de autoridad.
Pero como en este mundo no hay nada nuevo bajo el sol, ya salió el peine y resulta que quien le filtró la mentada lista al sofista peruano fue Mauricio Ruiz, a través de su ahora aliada, Patricia González Miranda, nomás para meterle ruido a doña Rufina y desestabilizar de manera particular a su secretario general, con quien parece no tienen muy buena relación y pelean los amores de un tal Astudillo.
“Changos viejos no aprenden maromas nuevas”.
Lenguas viperinas
Cuentan que pronto se viene una auditoría interna en la Delegación del Bienestar, y con ello, el último clavo en el ataúd de las aspiraciones de una reelección, pues en el CEN de Morena saben quién es la mano que mueve al muppet. ¿Será?
Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.
13
Feb 23
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