La recuerdo cuando era priista de hueso colorado, casi le besaba la mano a José Calzada Rovirosa; y hacía grandes berrinches cuando no le decían doctora, se molestaba de más. Cobraba como funcionaria pública de ese gobierno tricolor. Era la directora del Registro Civil, cargo que por cierto siempre la traumó, quería más; pero la capacidad no le alcanzaba a la “doctora”, y así se la pasó todo el sexenio.

Es la diputada Martha Fabiola Larrondo Montes, hoy por hoy coordinadora de los legisladores de Morena, quien no tiene igual y al interior de su bancada se sabe que atiende los designios blanquiazules; basta con observar la forma y la manera en cómo ha votado varias iniciativas que van en contra de los intereses de su partido y de muchos ciudadanos. Para muestra, la mentada “Ley Garrote” y otras más.

Ahora, en su afán protagónico y con las ansias de obtener espacios mediáticos a como dé lugar, se le ocurre la peregrina idea de pretender intervenir en la vida autónoma de nuestra Alama Máter; y bueno, hasta su partido la denostó. Se alzaron las voces en todos los campus universitarios y el enojo de la comunidad no se hizo esperar.

Por ello, LA PLUMA DE CONIN se dio a la tarea de recorrer los patios universitarios, y con los pocos estudiantes que circulan la pregunta fue directa sobre la pretensión de la iniciativa que había metido a la Oficialía de Partes del Congreso la coordinadora parlamentaria de Morena.

Dijeron de todo, pero una frase que llamó la atención fue precisamente la que da título a esta columna; y la verdad, es lo que menos le espetaron, ya que es manifiesto el enojo y el descontento con la diputada y doctora Fabiola Larrondo, quien por cierto, parece que también estudió en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y que seguramente será recordada por ese inaceptable afán de pretender inmiscuirse en la vida interna de la institución.

Y la pregunta es en serio: ¿En qué pensaba la ínclita legisladora y coordinadora parlamentaria de Morena? Dentro de su partido, los entrevistados solamente arquearon la ceja y dijeron “pobrecita, quiere reflectores”. Y bueno, está en su derecho, pero que se los gane con trabajo.

Doctora, para la próxima conecte el cerebro con la realidad, y si piensa abordar un tema, que sus asesores le digan y le expliquen que con la autonomía de la universidad NO se meta.

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Salvador Hernández Olvera. Hay que grabarse su nombre por si pretende extorsionarlo. Este hamponcete de siete suelas afirma que es amigo, muy amigo, de Pancho Domínguez y del alcalde Luis Nava; manifiesta y sostiene que tiene su protección.

Lo cierto es que no lo creemos; pero de que este sujeto ha extorsionado y defraudado a un buen número de queretanos, es verdad.

Se dice representante de una organización llamada Federación de Trabajadores y Empleados del Estado de Querétaro, la cual es solamente de membrete y que le ha servido para hacer sus extorsiones y fraudes. Los pagarés que debe están en poder de esta Pluma, al igual que testimonios de personas a las que les debe fuertes cantidades de dinero y solamente se burla por la dizque protección que tiene.

Larga y tenebrosa la historia de este pillo que pretende utilizar los nombres de políticos del mismo gobernador y el presidente municipal de Querétaro.

Es en serio, cuiden sus carteras y propiedades, que Salvador Hernández anda suelto y tiene una gran habilidad para defraudar al grado tal que ya posee su propia Caja Popular, justamente para extorsionar y defraudar a los incautos que llegan allí.

Su lambisconería es de tal grado, que en el reciente cumpleaños del mandatario estatal le llevó mariachi y toda la cosa, a pesar de la pandemia, porque la cuestión es vender la idea de que efectivamente las autoridades lo protegen de sus fechorías. Además, se ostenta como prominente panista, pero qué dirá Agustín Dorantes, que con esos amigos…

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Entre sus devaneos y ansias de protagonismo, como otras y otros, ahora la diputada Elsa Méndez ya abandonó el barco del partido que coordinaba, Encuentro Social, que al parecer no cumplió con sus expectativas. La realidad es que ningún partido político se las cumplirá.

El mesianismo que tiene esta legisladora le ha permitido ser número uno del saltimbanqui político y el trapecio; más que admiración, al interior del Congreso causa hilaridad, por decir lo menos.

La ven con sorna y un dejo de tristeza; la corrieron del PAN y ahora de Encuentro Social no ha renunciado, la han renunciado, que es muy diferente.

Y bueno, está en su derecho de ser independiente (je, je, je); ahora se asume como tal, con el loco afán de ser diputada federal.

Les digo, primero Alejandro Ochoa Valencia y ahora la flamante diputada independiente.

¿Quién sigue?

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