El lunes arrancó oficialmente la precampaña presidencial de las seis corcholatas de la 4T: cuatro morenistas, un petista y un verdeecologista, aunque la percepción generalizada es que se trata de una pelea entre dos, si acaso entre tres, en la que el resto son relleno.

Ante el discurso revolucionado que se escucha por parte de Morena, en todos los sentidos, la oposición sigue su tono aletargado. La grilla fácil, acomodaticia. ¿Por qué no seguir el mismo ritmo que les impone la realidad? Mientras las corcholatas luchan fraternalmente por su lugar en la historia, del lado del PAN no se ven sino intenciones vagas.

Disfrazada de contienda interna por la coordinación nacional para la defensa de la llamada 4T, la búsqueda de la candidatura presidencial morenista fue acelerada de manera insólita por el presidente de la República cuando se asumió como destapador de precandidaturas denominadas por él mismo como corcholatas, a quien ahora coordina y anda a recorrer el país para posicionar a Morena y asegurar el triunfo en 2024.

Así, comienzan las giras de las corcholatas por el país para lograr la candidatura presidencial de Morena en 2024; Claudia Sheinbaum estuvo en Oaxaca, Marcelo Ebrard en CdMx, al igual que Ricardo Monreal, mientras que Adán Augusto López anduvo en Puerto Vallarta, Jalisco, y Manuel Velasco, obvio, en Chiapas.

Pero de todos, Claudia Sheinbaum ya tiene organizada toda una semana de recorridos, pues ayer en Oaxaca, el martes en Hidalgo, el miércoles en Tlaxcala, el jueves en Baja California y el viernes en Sonora, mientras que el fin de semana visitará Querétaro y Estado de México.

En Querétaro, Claudia, donde dos grupos, o tres, se pelean su “representación”.

Hay que ver cómo se coordinarán o quién tomará el mando en la entidad de la representación de Claudia, si el senador Gilberto Herrera o el dirigente estatal del Verde Ecologista, el diputado local Ricardo Astudillo.

Astudillo –que tiene el edil de Huimilpan, Juan Guzmán, como su principal asesor político– se encuentra en un verdadero dilema, pues él apoya a Claudia, pero su partido, o una facción de su partido, va con el senador del PVEM, Manuel Velasco. Hay que ver qué hace Ricardo Astudillo cuando Velasco venga a Querétaro, si le da la espalda –nada raro en Astudillo– o le voltea cara a Claudia, pero la realidad es que el que a dos amos sirve, o a tres, porque también obedece al gobernador Mauricio Kuri que simpatiza con Ebrard, con todos queda mal.

El pleito por Claudia se pone bien, sin contar a algunos y algunas “militantes de izquierda” que se “posicionan” en redes posteando fotos con ella y por eso se asumen como “la gente de Claudia en Querétaro”, puras habas.

Y están los morenistas históricos, los que nunca han militado en el PRI o el PAN, sino que vienen de la izquierda natural, tradicional, como la misma Claudia; los que se jodieron haciendo “pintas”, haciendo mítines para denunciar la represión de estado, los que encabezaron movimientos sociales, que saben hacer oposición pero no política, y menos política electoral; son los que representan a Claudia, la única de las corcholatas que proviene de los movimientos sociales de izquierda.

Pero antes que Claudia, el jueves estará Adán Augusto López en el Jardín Guerrero para lo que llaman “asamblea informativa” y para presentar su “camino seguro”. Ahí también hay rebatiña por la “representación”, pero es menos importante que la que traen los morenos por Claudia.

El que sí ya entendió es Arturo Maximiliano García Pérez, que nada tiene que hacer disputando la representación de Marcelo Ebrard en Querétaro, sabe que no puede con el equipo de Santiago Nieto.

Por otra parte, a pesar de que todas las corcholatas firmaron las reglas que les impusieron desde Palacio Nacional, eso no significa que estén dispuestos a cumplirlas.

El desorden lo pone Adán Augusto López diciendo que él no aceptaría los 5 millones de pesos asignados a cada precandidato, porque ¿quién acepta migajas?, ¿no?

Le siguen Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal, quienes con todo y que la promoción comenzaba hasta hoy, se adelantaron. Ella estuvo el domingo en Xochimilco en un acto con mujeres y Monreal se fue a Zacatecas a pedirle el milagrito al Santo Niño de Atocha.

Falta ver si Marcelo Ebrard y las comparsas Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco se ajustan a las reglas o también se van por la libre al primer pretexto.

¿Y la oposición, apá? No existe.

Mire que mientras Morena está al abordaje del país, informó Marko Cortés que se reunió con “algunos personajes” que suenan como candidatos de la oposición “para platicar sobre la responsabilidad que tenemos para el 2024”, de cómo han “avanzado” para lograr “cambiar el rumbo de México”.

Y Movimiento Ciudadano no tiene prisa y será hasta finales de año, sí, leyó bien, hasta finales del año, cuando decida a su candidato presidencial. Dante Delgado, dirigente nacional del partido naranja, sostiene que cuenta con los personajes más sólidos que pueden competir y hasta ganar a cualquiera de las corcholatas morenistas. “Uy, qué miedo”, dicen en Morena.

Del PRD y del PRI no hay nada que decir. En el tricolor sigue la desbandada, como se demuestra con la renuncia del exgobernador de Hidalgo, el entonces priista Omar Fayad, y ahora postulante a alguna embajada.

Salvo el PAN y Morena en Querétaro, los demás partidos solo son comparsas o patiños del poder local, de ahí la importancia de la presencia de las corcholatas en la entidad, y más de tres de ellas: Sheinbaum, Ebrad y Augusto.

Con sus visitas abren la baraja local y se dará vista a los “morenistas” que los apoyan, y todo inicia el jueves con Augusto y este sábado con Claudia.

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