Las adicciones, el abandono, la falta de atención, de oportunidades educativas, laborales, pero principalmente de afecto, es un problema que no se quiere ver. Es el vive la juventud en Querétaro, un problema social visible pero oculto, que nadie atiende, ninguna institución, ni el gobierno en sus tres niveles y sus tres poderes hacen algo, solo discurso.

Los datos son duros, fríos. Vea usted que en lo que va del año, tan solo de este año, 88 niños han ingresado al Centro de Asistencia Social “Carmelita Ballesteros” del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF), por ser víctimas de algún delito, así lo dio a conocer el procurador de Protección Estatal de Niños, Niñas y Adolescentes del estado, Manuel Hernández Rodríguez.

El tema tiene que ver con la inseguridad en Querétaro: tráfico y transporte de drogas ganan terreno, marzo rompió récords en carpetas de investigación sobre tráfico y transporte de drogas en Querétaro, según el reporte del Laboratorio Universitario de Seguridad Ciudadana (LUSC) con base en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En términos globales, la entidad es la séptima con mayor incidencia delictiva por cada 100 mil personas.

Querétaro está por encima de la media en consumo de alcohol en jóvenes de entre 12 y 17 años, informó el titular del CECA, Andrés Longoria Aguilar. De acuerdo con el funcionario, en el último mes se contabilizó que en el estado de Querétaro el consumo de alcohol entre menores de 12 a 17 años es del 4.5%, superando el 2.5% de la media nacional.

El CECA advirtió que el consumo de metanfetamina (cristal) es la primera sustancia de impacto en el estado de Querétaro. Andrés Longoria, titular del CECA, reconoció que el “cristal” es la sustancia adictiva ilegal que más afecta a los queretanos y la primera causa por la que personas acuden a los Centros de Atención Primaria de Adicciones (CAPA) y a centros residenciales privados, conocidos como anexos.

La entidad tiene un registro de 128 centros residenciales de rehabilitación conocidos como anexos, de los cuales solo siete cuentan con la aprobación de la Comisión Nacional Contra las Adicciones (Conadic).

Actualmente no existe un reglamento que contemple y regularice estos centros; sin embargo, se está buscando un acercamiento con los municipios del estado para la generación de reglamentos municipales para mantener un control sobre los métodos y condiciones en las que se manejan los anexos.

Es verdad que existen programas sociales de apoyo a estudiantes, pero son insuficientes, no alcanza para todos los jóvenes, los adolescentes, la mayoría está dirigido a los estudiantes, y eso es bueno para ellos, se lo merecen, pero el gran grueso de los jóvenes no tiene apoyo alguno.

Los municipios privilegian programas de atención a los perros, a las mascotas, los apoyos de becas se usan de manera partidista, no se otorgan a quienes cumplen con los requisitos. Igual en la mayoría de los municipios con las becas, que se usan de manera coercitiva.

La juventud no es el futuro de Querétaro, es su presente, y se está perdiendo, está siendo entregada a las manos del crimen organizado, si solo hay que revisar las cifras de desaparecidos y desaparecidas, las cifras de la violencia familiar, una muestra es el caso de Brayan, y lo sucedido con la beba Victoria.

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