Ofrecen recompensa por imputados de la muerte de Daniel Franco en Huimilpan, 100 mil pesos por cada uno de los fugitivos, por Édgar Villa Osornio y Fernando López, presuntos autores de la muerte de Daniel.

Para cumplimentar la orden de aprehensión judicial, la Fiscalía General del Estado ha implementado distintas acciones de búsqueda y localización, entre ellas cateos en los domicilios donde habitaban los posibles intervinientes del homicidio de Daniel Franco, en el municipio de Huimilpan; asimismo, se ha dado parte a los estados vecinos, para que a través de la colaboración institucional se apoye a su detención.

Podríamos decir que lo anterior es una buena medida para poder dar con los responsables de la muerte de un joven.

Pero no lo creo así; creo que más bien es un síntoma de la ineficiencia de los funcionarios, y de la pérdida de confianza de la ciudadanía a las autoridades, a las instituciones, y que la recompensa que se ofrece solo es un trámite que hace la fiscalía.

Tanto las autoridades municipales como las de la fiscalía tuvieron en sus manos la detención en tiempo y forma de los implicados, y ambas autoridades los dejaron ir, cada una con su respectiva responsabilidad, cada una con sus motivos.

El edil Juan Guzmán, para solapar, proteger a sus “elementos”, y los de la fiscalía se puede pensar en primera instancia que fue por omisión, aunque todo indica que fue planeado para aprovechar la ingobernabilidad en Huimilpan y el grupo que comanda la seguridad, o mejor dicho, que tiene secuestradas las instituciones de seguridad y la justicia en la entidad, puedan meter mano, adueñarse de ese municipio.

Y creo que lo lograron, a costa de la credibilidad de las instituciones.

Hay otras instituciones que salen raspadas con el caso Huimilpan, que es un detonante, no el motivo de la pérdida de la confianza de los ciudadanos; no, el deterioro de las instituciones viene construyéndose desde hace algunos años.

Por ejemplo, familiares rechazan a la Defensoría de Derechos Humanos de Querétaro, así como lo lee, además de la investigación que se realiza para determinar si hubo violación de los derechos humanos en la muerte de Daniel Franco, la DDHQ ha ofrecido apoyo hasta en dos ocasiones a la familia, pero no han aceptado.

Bueno, es para preocupar la desconfianza que genera la DDHQ, y aun así sin pena ni gloria el titular de la dependencia; Javier Rascado recordó que después de los hechos se inició una queja de oficio por la muerte del joven que había sido detenido por policías de Huimilpan y han solicitado informes a las autoridades involucradas, como es la Policía Municipal y los juzgados cívicos, lo que eso signifique, porque los ciudadanos no tiene confianza en la DDHQ, y se profundizó esa desconfianza después de que Javier Rascado se escondió y no dio la cara en el tema del agua.

Les digo que sin pena ni gloria, Javier Rascado señaló que en un primer momento tuvieron acercamiento con la familia del fallecido, concretamente con la mamá, quien manifestó que agradece la atención, pero que requerían su espacio –es decir que no confiaba en él–, “por lo que no deseaban que se generara ese acercamiento”.

Es verdad que después de amarrar y pasear al secretario de Gobierno municipal de Huimilpan se abrió el diálogo, ya hubo diálogo, pero más por la presión de las desgastadas instituciones que creer en la justicia.

Sí, ya hubo un diálogo entablado entre autoridades municipales con abogados y familiares de Daniel Franco Miranda, con la intención de informar el avance de las investigaciones, así como esclarecer las solicitudes pendientes por parte de los familiares hacia las autoridades del municipio, autoridades que no tienen autoridad ni calidad moral para ver de frente a la familia de Daniel.

Por ello el pueblo está indignado, y a pesar de las movilizaciones policiacas en el municipio de Huimilpan, los pobladores y comerciantes de la zona del centro histórico afirmaron que nunca habían visto un evento de esta magnitud en sus alrededores, ya que comentan que el pueblo de Huimilpan no suele tener este tipo de situaciones a las que llamaron bochornosas por parte de la autoridad. “Nunca había visto algo así desde que vivo aquí, y te hablo de que nací en Huimilpan; me parece que la gente tiene derecho a estar enojada, yo me siento indignado de ver lo que pasó”, comentó Juan Carlos Martínez, comerciante y habitante del pueblo de Huimilpan.

La gota que derramó el vaso, el movimiento policiaco de más de 100 elementos de la Policía Estatal, así como de diferentes corporaciones municipales vecinas a Huimilpan, fueron los hechos ocurridos realizados por un grupo de manifestantes que lograron atar con un mecate las muñecas del secretario de Gobierno de Huimilpan, Juan Nava Cruz, además de pasearlo a las afueras de las instalaciones del ayuntamiento y en las calles aledañas a la plaza pública municipal.

Y no van a recuperar la confianza de los ciudadanos con el ofrecimiento de una “recompensa” de 100 mil pesos, porque además esto es otra mentira, porque nunca, nunca han pagado el dizque “recompensas”; puras mentiras, pura demagogia.

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