Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar, reza el dicho; y sí, aplica en el municipio de Querétaro y en otros más, pero en el de la capital ya detectaron la alarma que hay con respecto a la descomposición social, producto de la violencia y la injusticia jurídica, social y económica.

Lo que está pasando en Huimilpan, donde existe un gobierno municipal fallido, donde el gobierno del estado tiene que hacerse cargo de la seguridad pública, es solo el producto, ya lo dijimos, de la descomposición social promovida desde la presidencia municipal.

Lo que sucede en el vecino estado de Guanajuato y Jalisco, donde la delincuencia bien organizada y la violencia se apoderaron de las calles, provocando terror en los ciudadanos de Irapuato y Zapopan, es otro llamado de alerta.

Es obligación de las autoridades prevenir, no solo reaccionar; tal vez por ello hay mucha expectativa respecto al programa “Somos Querétaro, Contigo Prevenimos”, un programa integral y operativo del municipio de Querétaro para la prevención social de la violencia y la delincuencia.

Si es bueno, funcionará o no, solo el tiempo lo dirá; pero ante los acontecimientos de Huimilpan y de los estados vecinos, todos los programas de cultura, educación, fomento económico; todos los programas que pretendan fortalecer o recuperar el tejido social son buenos, a pesar de que se puedan cuestionar, pero el cuestionamiento debe ser sobre los resultados, no antes.

Ciudadanía y gobierno en un solo frente, juntos, es la alternativa para la prevención social de la delincuencia y la violencia; así, el programa “Somos Querétaro, Contigo Prevenimos” busca crear eso: un solo frente entre sociedad y gobierno en la prevención y atención de la violencia y la delincuencia.

Es verdad que se nota luego que está alineado y es parte del gran esquema llamado “Sociedad de respeto: Somos Querétaro” que presentó el pasado domingo el gobernador Mauricio Kuri.

El gobierno, en sus tres niveles, tiene que hacer lo suyo: presentar políticas públicas, programas sociales preventivos, no correctivos; y los ciudadanos debemos dar el paso, firme, en la forma en que cada uno lo considere, pero tenemos que ser más participativos y dejar a un lado la apatía.

La apatía es lo peor: deja a la delincuencia actuar a sus anchas y al gobierno sin respaldo, y un gobierno sin respaldo es un gobierno fallido, como en Huimilpan, y por qué no decirlo, en Guanajuato.

No lo sé de cierto, pero creo que aún no es tarde para actuar, para intentar modificar las condiciones sociales que provocan violencia y delincuencia. De actuar sobre el espacio público haciéndolo de los ciudadanos, y con ello, más seguro.

Tenemos que crear entornos seguros que fomenten una cultura de prevención, no debemos esperar a que suceda en cada municipio de Querétaro lo que pasa en Huimilpan; lo que en su momento pasó en Colón, en la pasada administración; lo que sucede en Corregidora, donde la demagogia, la mentira y el negocio con recurso público es el pan de cada día. No hay que esperar o dejar pasar eso, es el momento de actuar, no hay de otra, porque de los partidos mejor ni hablamos.

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