La semana que terminó fue una semana de mucha violencia en el país; junio resultó ser el mes con el mayor número de asesinatos dolosos por día, 95.

Veinticuatro horas después que el país viviera una de las jornadas más violentas de los últimos años en la que, entre otros hechos lamentables, fuera masacrado y calcinado en La Ruana (Michoacán) el exlíder de autodefensas, Hipólito Mora, y tres de sus escoltas; de que un “auto bomba” fuera hecho estallar en Celaya, causando lesiones a una decena de elementos de la Guardia Nacional; de que fuera plagiado y privado de la vida el dirigente local del PVEM en Copala (Guerrero); de que 16 empleados de la Secretaría de Seguridad de Chiapas fueran retenidos por un comando del crimen organizado que, para liberarlos, exigía la renuncia de tres jefes policiacos del gobierno del morenista Rutilio Escandón, la federación se deslinda de su responsabilidad.

El gobierno federal optó por “desmarcarse” de lo sucedido, y al igual que en otras ocasiones, volvió a culpar por ello a las políticas neoliberales y conservadoras de administraciones anteriores de la violencia que hay en todo el país.

Es verdad, en materia de seguridad, los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal, tienen sus responsabilidades, pero hay un eje rector nacional, y de eso no se salva el gobierno federal.

Querétaro no es una isla en el mapa mexicano; y en materia de seguridad, todos los estados están expuestos a las acciones violentas, ya sea por el crimen organizado o por los delitos del fuero común, pero Querétaro es Querétaro y aunque no todo es miel sobre hojuelas, hay menos inseguridad, por así decirlo, que en otros muchos estados.

Por eso es relevante lo que sucedió ayer en las calles del Centro Histórico.

Ayer domingo, el gobernador Mauricio Kuri y la secretaria de Gobierno, Lupita Murguía, presenciaron el desfile conmemorativo del 25 Aniversario de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro (SSPMQ), en donde tanto funcionarios como las familias que caminaban por la calle Corregidora del centro de la ciudad y testificaron el estado de fuerza de la policía municipal.

El 1 de julio de 1998 se creó la SSPMQ, cuando por vez primera Querétaro era gobernado por un panista, de nombre Ignacio Loyola Vera; y en tiempos en que era alcalde de la capital, Francisco Garrido Patrón.

Por esas fechas, Lupita Murguía ya iniciaba su carrera en el servicio público, que la llevaría a convertirse el día de hoy en la responsable de la política interna de nuestro estado; en tiempos en que la seguridad se ha convertido en pieza clave para mantener la gobernabilidad, no solo en el estado sino en todo el país.

Hoy, en donde la inseguridad impera en varias partes de México, en donde aterra ver noticias sobre la presencia de carros-bomba apenas a unos kilómetros de distancia de nuestras fronteras, en el vecino estado de Guanajuato, el trabajo que Lupita Murguía hace al frente de la Secretaría de Gobierno adquiere, sin duda, una mayor relevancia.

Por eso este desfile adquiere una especial importancia, porque nos indica que Querétaro cuenta con cuerpos policiacos altamente capacitados, listos para mantener la paz y tranquilidad social de la que aún afortunadamente gozamos los queretanos.

Deslindarse de la responsabilidad de gobernar, de brindar seguridad, no es el mejor mensaje para los ciudadanos; por ello son relevantes las dos posturas: las autoridades locales –municipal de Querétaro y estatal– asumen su compromiso, no así el gobierno federal, que a casi 5 años sigue con el mismo discurso de culpar a otros de sus responsabilidades.

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