No es una cuestión de pertenecer a un partido u otro, al azul o al naranja, o guinda, en el fondo, a los diputados, tanto federales como locales –en este caso concreto, federales– el poder y la holgazanería los hace iguales.

Esta semana, el presidente López Obrador, con sus 20 iniciativas que prácticamente se convierten en la plataforma de campaña de todos los candidatos de Morena, se convierte en el coordinador de todas las campañas, con la complacencia de los diputados federales, principalmente de oposición, y más concretamente de los del PAN.

Si bien la prioridad de Morena en la Cámara de Diputados es discutir, llevar al Pleno las 20 iniciativas de reformas de AMLO, lo cierto es que los legisladores –todos– están obligados a resolver por mandato de la Corte –en el actual periodo de sesiones– asuntos como la tipificación del odio racial, la adecuación de más de 60 leyes con el nuevo Código Nacional de Procedimientos Civiles, la regulación de la mariguana, la Ley General de Aguas –estandarte de lucha social del aún senador morenista Gilberto Herrera y un tema caliente en la entidad–, entre otros, por lo que en su horizonte inmediato se deberían de ver muchas horas extra de trabajo.

En medio de la expectativa por la reforma para reducir 40 horas la jornada laboral, para los diputados federales no aplica, pues ellos estarán trabajando jornadas de 48 horas, pero al mes.

El jueves aprobaron un acuerdo para que en lo que resta de la Legislatura haya sesiones de 11:00 a.m. a 5:00 p.m., es decir, seis horas por jornada, que además, serán solo dos veces la semana, es decir, 48 horas mensuales.

Tal parece que los diputados no tienen prisa para subir al Pleno la reforma de las 40 horas, total, ellos se la llevan campechana.

Iluso que es uno al pensar que los legisladores federales, por ejemplo los que representan a Querétaro, cumplirían con su responsabilidad de trabajar legislando.

Dos de ellos ni cumplen legislando, ni tampoco cumplen como aspirantes a la presidencia municipal de Querétaro; son Paulina Aguado –una panista de toda la vida y que ahora que la quiere por Movimiento Ciudadano– y el también panista, Felipe Fernando Macías, Felifer.

Ambos echados en la hamaca.

Y para no interrumpir su sueño dorado de seguir viviendo del erario unos meses más, de una vez les decimos que no se preocupen, que pueden seguir en la flojera sin temor a que los amenace el trabajo, porque no habrá extraordinario para aprobar las iniciativas de reforma constitucionales presentadas por López Obrador; no lo habrá, y este periodo termina el 30 de abril, con un intermedio vacacional por motivo de la Semana Santa.

Felices los legisladores, principalmente Felifer y Pau, se frotan las manos; el primero porque tendrá más días de pre-pre-pre-campaña; la segunda, bueno, ver a qué la mandan.

Aclaramos que no es ilegal que los diputados federales puedan ser candidatos sin dejar su curul y seguir cobrando, no es ilegal, pero sí inmoral que ni legislen y quieran seguir engañando a los ciudadanos postulándose a otro puesto de elección popular cuando no cumplen con el que se les asignó.

Principalmente Felifer, que ni con sus actos de campaña que organiza desde hace más de un año levanta en el ánimo de los electores.

Un año perdido, porque como partido Morena está en empate técnico con el PAN en el municipio, en todo el estado.

Bueno, hay tanta preocupación por el pésimo desempeño del equipo de Felifer, que ya le van a asignar nuevos miembros para relanzar su campaña, principalmente en lo que se refiere en medios de comunicación, porque el gasto que ha realizado, que ha sido mucho, no rinde frutos.

Igual el candidato del Verde, Chema Tapia, ha levantado más polémica y a la mejor es hasta más conocido que Felifer; Chema dice que está a unos cuantos puntos, 12 o 14 de Felifer, en tan solo 4 meses. Puede ser, y será un hueso verde muy duro que roer.

Lo peor es que con su propuesta de reformas, AMLO se convierte en el coordinador de campaña de todos los candidatos de Morena, y eso debería de tener preocupados a Paulina y a Felifer, más a este último, porque entonces no se va a enfrentar en las urnas solo al candidato o candidata de Morena en la entidad, sino al fenómeno de AMLO, que siendo sinceros, va en apoyo a Claudia y con ello repercute en todos los candidatos morenistas. Si no, al tiempo.

La estrategia de AMLO como coordinador de campaña alcanza a los candidatos al Senado, y según algunas encuestas de Morena en la entidad, ya hay un empate entre la fórmula del PAN-PRI-PRD, que encabeza Lupita Murguía, y la de Morena-VE-PT, que, aunque en segunda fórmula, encabeza Santiago Nieto: 44 para el PAN, 38 para Morena. Solo 6 puntos de diferencia.

Pero Felifer y Pau nada hacen como legisladores federales para enfrentar, detener, si pueden, la ofensiva de AMLO.

Así pues, Felifer está amenazado por el Verde con Chema y por Morena que, sin candidato o candidata, ahora se posiciona más como partido que el PAN.

Hay que recordar que aún no se dan los registros ante el IEEQ para las presidencias municipales, y por las cuotas de género aún pueden darse cambios en las candidaturas, como ya sucedió en el PRI, y también en el PAN.

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