La desgracia de unos es la fortuna de otros, y este dicho aplica en el gabinete estatal, principalmente en el caso de Agustín Dorantes y Fernando González, que sigue en su cargo en Obras Públicas no por eficiencia, sino porque es una moneda de cambio ante la presión social que se ejerce por tener una ciudad sitiada.

La tragedia, o el incidente del derrumbe del puente de Bernardo Quintana, y la renuncia de Mariela Morán, paradójicamente salva el pellejo del titular de Obras Públicas del Estado y al de Desarrollo Social.

En la semana patria que terminó corrieron muchas versiones, especulaciones, señales, pronósticos, respecto a cambios en el gabinete de Mauricio Kuri; las apuestas estaban en que era casi seguro que se fuera algún panchista como Agustín Dorantes, Marco del Prete o Fernando González de Obras Públicas, o el de Usebeq, Iturralde, y no fue así; el asunto saltó por otro lado, la “sorpresa” la dio Mariela Morán, que dejó Turismo del Estado.

Marco del Prete, titular de Desarrollo Sustentable, ya dijo que el saco de secretario se lo pone y quita a diario, así que lo tiene sin preocupación el tema de su relevo; en el Instituto Queretano del Transporte, sin comentarios, no hay necesidad de otro cambio, porque todo sigue igual.

La salida de Mariela Morán hace una carambola, que le pega a Agustín Dorantes, porque la esposa de Agustín estaba en el Congreso del Estado como diputada suplente en funciones, es la suplente de Mariela Morán.

La salida de su esposa como legisladora salva por el momento a Agustín Dorantes, que ha venido de más a menos en su ejercicio como titular de la Secretaría de Desarrollo Social, a tal grado que lo último que le puso el gobernador fue a una persona de su confianza para fiscalizar los recursos de la secretaría, 2 mil millones de pesos, acotando a Agustín Dorantes.

Varios pecados ha cometido Agustín Dorantes para perder la confianza de Mauricio Kuri, entre ellos hacerle caso a un grupo de pepe boys, calzadistas que se creen padrotes y estafadores, que le vendieron la peregrina idea de que controlan los medios de comunicación y que lo iban a hacer candidato… pero a dejar la secretaría.

Por otra parte, hay motivos para que Mauricio Kuri mantenga en sus puestos a los llamados panchistas, principalmente a Fernando González; pero no crea que es por su eficiencia o solvencia profesional, no, es por motivos meramente mercantiles, de negocio.

Después de la renuncia de Mariela Morán, el mandatario salió al frente para calmar los rumores y dijo que, hasta este momento, no se contemplan más cambios en el gabinete estatal, así lo garantizó el gobernador.

Obvio es decir que nadie tiene comprado el puesto, y que algunos o muchos, Sedesoq, USEBEQ, Sedesu, SDUOP, principalmente, viven con la guadaña en el cuello.

El mandatario refirió que él es el único servidor público contratado para estar al frente de la administración durante seis años, por lo que el resto de los funcionarios se juegan su permanencia todos los días.

Pero aquí viene el pero, porque Mauricio Kuri habló particularmente de un funcionario que deja mucho a deber a la ciudadanía, no así a sus verdaderos patrones: los grandes constructores, principalmente los de Puebla.

Por eso el mandatario negó hacer cambios en la SDUOP, sobre todo por el momento complicado que hay en materia movilidad por las obras hidráulicas y próximamente las más fuertes de avenida 5 de Febrero.

Hay que decir que Fernando González es todo un personaje, jubilado por el gobierno estatal con el salario que tenía el año pasado como titular de la Comisión Estatal de Infraestructura, puesto que le creó el entonces gobernador Pancho Domínguez; solo trabaja por el negocio.

Y digo que solo trabaja como secretario por el negocio que representa la obra pública, tal vez por el moche, porque no se entiende de otra manera, pues la ley y la lógica dictan que si uno se jubila es porque, primero, cumple los requisitos, pero principalmente porque es para dejar de trabajar y gozar del producto del esfuerzo de muchos años.

Pero no, Fernando González lo hizo para protegerse; total, si mañana lo corre Mauricio Kuri, tiene su futuro salarial asegurado, de su economía es otro rollo, que solamente una auditoría social y económica daría luz de su estatus actual.

Pero bueno, decimos que la desgracia de unos es la fortuna de otros, y la renuncia de Mariela Morán, que hay que decirlo se cae para arriba porque se va de diputada local, calma las ansias, por el momento, de los cambios en el gabinete, y entre ellos el principal: el de Obras Públicas.

No les voy a decir lo ya obvio que significa la crítica a 5 de Febrero, pero Fernando González tiene muy molestos a los ciudadanos, no con 5 de Febrero, que de alguna manera ya la gente lo va viendo como algo cotidiano; no, sino con su falta de planeación, su ineficiencia; tan solo en Tejeda tiene una obra de pésima calidad y que desde hace 4 meses no le meten mano.

Y aun así, inició una obra en avenida Universidad y Bernardo Quintana; no sé si va a durar mucho, pero en esta semana que llevan solo han aumentado el caos vehicular, que ya es mucho decir.

Hay más obras que no tienen justificación de estarse llevando a cabo en este momento, obras no menores pero que se suman a las que tienen sitiada la zona conurbada de Querétaro, los dos puentes: Santa Bárbara y El Batán, que ya se abrió y con ello se comprueba que no tenía razón de su ejecución: no desahoga nada del tráfico por el momento, ya otra cosa será cuando los desarrolladores empiecen a vender las miles de casas que se construirán por esa zona.

Pero lo peor es que pretenda normalizar su discurso del caos con su argumento de que “mejor vámonos acostumbrando porque así va a ser más de un año”.

Pero igual no se va este año, y tal vez sea más fácil que salgan Dorantes, Cuanalo, Del Prete o Iturralde, hablando de panchistas, porque los kuristas van a salir pero a las candidaturas.

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