¡Ya basta! El “pueblo” está cansado de ser utilizado por el presidente López y su gavilla de delincuentes como pretexto para cometer abusos y arbitrariedades en nombre del “pueblo”.

El “pueblo” le retiró a Morena, entiéndase a López Obrador, el respaldo popular en las elecciones intermedias de 2021, cuando no logró la mayoría de votos en las urnas. Por el contrario, el “pueblo” abandonó las vanas promesas incumplidas del presidente.

Morena no alcanzó la anhelada mayoría en la Cámara de Diputados; por lo tanto, nada puede hacer en nombre del “cacareado pueblo”, ese ser virtual amorfo que AMLO acomoda a sus intereses. El “pueblo” no vota en las cámaras legislativas, falacias de mentes calenturientas.

El “pueblo” jamás le autorizó a López Obrador, mucho menos a su partido, hacer lo que le venga en gana en su representación. El “pueblo” está cansado de los abusos del presidente de la República.

Ese “pueblo” al que tanto alude de manera irresponsable el presidente López, jamás le autorizó lanzar ofensas a quienes no se subordinen a sus caprichos. Eso es de barbajanes, no es del “pueblo”. El “pueblo” no le autorizó violar la Constitución.

Todo aquel que sufre de vituperios, calumnias, difamaciones, estigmatizaciones en nombre del “pueblo”, pero en voz de López Obrador, es una mentira, una farsa que utiliza el populista para justificar sus abusos en nombre del “pueblo”. El “pueblo” me autoriza, el “pueblo” me mandata. ¡Pamplinas! AMLO está literalmente podrido del cerebro, por eso vomita ofensas, agrede, divide, genera odio y nunca suma, jamás unifica a los mexicanos, su obsesión es la división para ganarse, supuestamente la venia del “pueblo” de todas sus tropelías.

AMLO no respeta la autonomía de los poderes públicos, quiere dominar, doblegar, atracar en nombre del “pueblo”. Por eso no le importa ofender a los ministros cuando estos cumplen con su responsabilidad constitucional de impartir justicia y evitar los abusos del Poder en manos de gobernantes sátrapas que se escudan en una imaginaria mayoría popular que no tienen. El engaño es la premisa para gobernar. La mentira su pilar para corromper.

Con la pérdida de su “Plan B”, por haber cometido arbitrariedades que lesionan el marco constitucional y vulneraron el pacto federal, por haber conseguido con creces abusos y lograr la derrota jurídica, en ese preciso momento vergonzoso, el periodista Carlos Loret de Mola, descubre más corrupción en la familia presidencial, otro de los hijos del presidente, por eso arremete en contra de los ministros para distraer la atención y evitar en lo posible que el “pueblo” se de cuenta de más corrupción en el seno familiar del presidente López Obrador.

No puede defender lo indefendible, solo descalificaciones pretendiendo esconder el tráfico de influencias que ejerce otro de sus hijos para conseguir contratos millonarios del gobierno federal. Por eso se lanza una vez más de manera injusta e ilegalmente en contra de las resoluciones de la Corte. Como carece de pruebas para deslindar de responsabilidades a su hijo, prefiere lanzar su furia en contra de los impartidores de justicia para que el sabio “pueblo” no se dé cuenta de tanta corrupción en el gobierno de la 4T.

Estrategia fallida. Precisamente, el mismo periodista Carlos Loret de Mola volvió a destapar otra cloaca. En esta ocasión fue en el gobierno de Claudia Sheinbaum, la preferida de López. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México condiciona la compra de material de construcción para que sea por medio de los amigos del hijo de AMLO. Seguramente bajo la misma coordinación de corrupción.

El “pueblo” se informa, ya no compra fácilmente las asiduas mentiras del presidente de la República. AMLO se va quedando con aquellos que no razonan, que no escuchan, que solo obedecen las indicaciones del podrido de López Obrador. Cada vez son menos, por eso perdió votos en las elecciones intermedias y va a perder más en 2024, por eso la desesperación de asirse del “pueblo” para que lo salve de la podredumbre que él mismo deja a su paso. El “pueblo no se deja engañar más por el mitómano.

El “pueblo” está cansado de un gobierno corrupto. Por todos lados hay desfalcos, fraudes, compras simuladas, precios inflados por miles de millones de dólares, donaciones a gobiernos extranjeros injustificadas, compras a Cuba de grava cuando en México hay de sobra, no hay medicinas, no hay mejores servicios médicos, no hay seguridad social, las libertades se restringen, siguen las desapariciones, los feminicidios, las ejecuciones no cesan, la venta de drogas como nunca antes y de paso se conflictúa con gobiernos extranjeros. El “pueblo” está cansado del gobierno fallido de AMLO.

La SCJN garantiza justicia y respeto al Estado de Derecho, algo que no logra entender López Obrador, quien bajo el supuesto apoyo del “pueblo”, ofende a los impartidores de justicia cuando no avalan sus rapacerías. No cabe duda que AMLO está podrido por dentro.

Nula calidad moral la del presidente López. Ayer dijo que “no tiene remedio el Poder Judicial, está podrido, están actuando de manera facciosa”; “están al servicio del bloque conservador, que es sinónimo de una pandilla de rufianes, muy corruptos”; “en un acto de prepotencia y de autoritarismo, se atreven a cancelar la ley los ministros de la Corte, que están al servicio de una minoría rapaz, que se dedicó a saquear al país y que quiere regresar por sus fueros”.

El “pueblo” no le autoriza semejantes bajezas al presidente de la República. No cabe duda que el podrido, políticamente, es el mismo Andrés López Obrador.

Los ministros actuaron con rigor y apego a la Constitución, condición obligada que no cumple el titular del Poder Ejecutivo. Este traspasa sus atribuciones y se comporta como lo que es, un vago de cuarta, intolerante, pendenciero. Por eso la delincuencia ha crecido; y cómo no hacerlo, si tiene el pésimo ejemplo delincuencial encarnado en el mismo presidente.

El “pueblo” está cansado de ser utilizado por los barbajanes de la 4T.

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