El lenguaje de odio permanente del presidente López Obrador conlleva acciones destructivas.

AMLO encabeza las expresiones minoritarias que critica.

El presidente López Obrador calificó como “expresiones minoritarias”, dentro de su movimiento, cuando un grupo minoritario quemó una efigie de cartón de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el mitin convocado por el mismo AMLO el sábado 18. La intolerancia en su máxima expresión.

AMLO pide obediencia ciega a sus legionarios seguidores; quienes no se pliegan son fustigados y desterrados del “edén” por el mismo presidente.

Para justificar la belicosa actitud de esas “minorías” de su movimiento, López de inmediato se autodefendió aludiendo a que en la marcha de las mujeres del pasado 8 también quemaron una “efigie” de él mismo. La súbdita Sheinbaum tuvo que salir en defensa de su mentor al referir que anteriormente una persona pidió que se “quemaran” a los morenistas.

Lo cierto es que los morenistas “están muy quemados” políticamente. Así es la narrativa.

Miembros del Poder Judicial de la Federación emitieron un comunicado público en redes sociales, por medio del cual reprochan categóricamente las manifestaciones de odio y de violencia acaecidas el 18 de marzo en el mitin del Zócalo en contra de la ministra presidenta del Poder Judicial de la Federación. Sin duda alguna, el comunicado es consecuencia de las manifestaciones del mismo presidente de la República, vertidas en contra de la ministra Norma Piña Hernández. Han dado resultado las acciones de odio de López Obrador, divide a los poderes públicos; claro, a razón fundada, aquel no se ha sobajado al poder de AMLO.

Y mientras AMLO nos entretiene con los actos de odio generados por él mismo, los diputados federales continúan con la ruta para apoderarse y controlar al INE desde sus entrañas, por medio de la “selección” de cuatro consejeros del máximo órgano de autoridad, entre ellos el presidente del Consejo General. Restan menos de 15 días para asestar el golpe definitivo y apropiarse del órgano que dejará de ser constitucionalmente democrático. Las elecciones a la orden de AMLO y Morena.

Como lo hemos venido advirtiendo reiteradamente en columnas anteriores, los morenistas y sus aliados se apoderaron, bajo el consentimiento o tolerancia de las minorías del PAN, PRI y PRD, de todo el proceso de selección de los aspirantes a ocupar los 4 cargos de consejeros.

Los diputados morenistas, entretanto, se negaron a cumplir con la sentencia del TEPJF, que determinó que debe ser una mujer la que presida el Consejo General. Otro acto de nulidad que afecta el procedimiento administrativo que no se detiene. Pronto presentarán las quintetas de interesados para elegir a uno o una de cada quinteta. Al final solo 20 nombres quedarán de los cientos de aspirantes y solo pasarán los 4 que decida la autoritaria mayoría simple, aunque la Constitución exige mayoría calificada.

Aberrante la manera en que Morena y AMLO se apoderarán del Consejo General. Un simple ejemplo. Uno de los aspirantes aprobados para las quintetas fue representante de Morena en el mismo Consejo General. Así de burdos y cínicos los integrantes del comité técnico de evaluación, todos simpatizantes y/o miembros de Morena.

No fue un “as bajo la manga”. No, así lo tenían programado desde que sabían a la perfección que ellos tienen el control y no ceden en las pretensiones de avasallar a los enemigos de la 4T. Primero la frustrada reforma a la Constitución. Luego el “Plan B”, a resultas de lo que resuelva la SCJN. Por último, el asalto al INE. De una u otra manera quieren controlar los resultados de las elecciones de 2024.

De ahí la seguridad del mismo AMLO al conducirse con desparpajo, violentando todas las normas que regulan los procesos electorales. Por eso insiste en la reiterada retórica de que la “oligarquía” no regresará al poder y anuncia que su sucesor deberá continuar con la desordenada y destructiva política de la 4T, que no es otra que cumplir los voluntariosos caprichos del presidente López Obrador. El Maximato en ciernes.

¿Tendrá la oposición legislativa alguna solución o se quedarán cruzados de manos a la espera de perder lo inevitable? ¿Negociarán algún espacio “consejeril” para compensar la derrota anticipada?

El proceso administrativo para elegir a las y/o consejeros del INE adolece de varios vicios legales que bien pueden ser impugnables.

Otro ejemplo de lo pueril de las acciones morenistas fue la elección de algunos de los miembros del INAI. No le gustó a AMLO el resultado y vetó a los electos por el Senado de la República. El asunto llevado al conflicto legal. El tiempo para entrar en funciones se vecina y el INAI quedará legalmente inactivo ante la falta de la mayoría de los 7 comisionados para poder funcionar constitucionalmente. El presidente logrará ampliar la opacidad en sus actuaciones, no habrá órgano autónomo que le exija transparencia.

No cabe duda que avanza a paso firme la dictadura de AMLO.

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