En el reino animal, la jauría se identifica como el conjunto de perros que participan en la caza dirigidos por una misma persona.

Sin embargo, también se puede identificar a un conjunto de personas que se manifiestan furiosamente y con peligro. En este caso, alguien resulta ser el instigador de una jauría humana que se comporta con absoluta irracionalidad.

¿Quién es el instigador de la jauría humana que, con irracionalidad, pretende “cazar” a la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz? De pronto ese alguien quiere acabar con ella. Y sus huestes de la jauría la acusan de todo.

AMLO, de pronto, inició la persecución desde las mañaneras en contra de la senadora, acusándola de varios ilícitos, abusando del poder que ostenta como presidente. Dio a conocer documentos privados, domicilios, nombres, empresas, contratos millonarios y las mentiras de rigor. El presidente cometió varios delitos. El delincuente sigue, sin embargo, incitando a su jauría. Como siempre, nada ha podido demostrar.

Miembros de la jauría humana, obedientes a su amo, también acusan a la senadora de todo aquello que piensan o creen que les servirá para doblarla. De cualquier cosa que se les viene a la mente cochambrosa. El colmo, morenistas de la misma jauría piden que destruyan la casa que habita la senadora, todo porque, según los “perros”, fue construida ilegalmente. El dueño de la jauría jaló la “cuerda”, expresando que no está bien que vayan a tirar la casa (y otras más) de la senadora.

El problema del dueño de la jauría y sus “perros”: temen a la senadora Xóchilt Gálvez como coordinadora del Frente Amplio por México. Saben que puede vencerlos en las urnas en la elección de 2024 y derrotar a la candidata de la manada.

¿Qué pasa con la otra aspirante a candidata a la Presidencia de la República –me refiero a la señora Claudia Sheinbaum Pardo, miembro de la furiosa jauría? Nada, toda la protección del dueño de la manada de “perros” para ella, a pesar de la cauda de muertos y problemas que ha dejado a su paso.

Derivado de la irresponsabilidad del gobierno que pretendió administrar Claudia en la Ciudad de México, se le vino abajo el Metro de la Línea Dorada, todo por falta de mantenimiento. Veintisiete muertos y casi un centenar de heridos: la grave consecuencia. ¿Qué pasó con Claudia? AMLO prohibió hablar del tema, él sería el único responsable de comentar del asunto. La cubrió con su manto y protegió a pesar de su abierta irresponsabilidad. A la fecha la “jauría” jamás se atrevió a molestarla, dejaron ir a la presa.

La culpa del lamentable e irresponsable accidente por negligencia manifiesta, fue la empresa constructora por los vicios ocultos, dijo la morenista Sheinbaum. La millonada de pesos para el mantenimiento desaparece como por arte de magia. Insisto, 27 muertos y nadie en la cárcel del gobierno de la 4T. ¿Dónde está la jauría de “perros” que ataca a la senadora e ignora a la protegida del dueño de la manada? ¡Literalmente echada!

A consecuencia de un temblor se vino abajo la construcción de la escuela llamada Enrique Rébsamen; por la destrucción fallecieron 26 personas, entre ellas 19 niños. El 19 de septiembre de 2017, fecha fatídica del movimiento telúrico. Claudia Sheinbaum había autorizado la construcción del inmueble en la Delegación de Tlalpan, Ciudad de México, siendo entonces delegada.

Para acallar las voces que siguen exigiendo justicia, un miembro de la “jauría”, Ernestina Godoy, fiscal de la CdMx, ejercitó acción penal en contra de la dueña del inmueble por haber construido un departamento en la parte superior, así como del director de la obra. Ambos en prisión. ¿Y la entonces delegada Claudia? Una vez más protegida por el dueño de la “jauría”. Volvió a ser custodiada por el amo de la manada.

Más accidentes en el Metro de la CdMx, con consecuencias fatídicas. Todo por falta de mantenimiento. Más muertos. Y Claudia como si nada. Feliz. ¡Ah!, pero el conductor de una de las máquinas está siendo procesado como responsable de uno de los fatales accidentes. Empleados del Metro han denunciado la falta de mantenimiento, causa de lo causado. Mientras, Claudia continúa impávida, no se inmuta, la procuración de la justicia no la alcanza, el dueño de los “perros” la protege.

Sicarios intentaron matar al periodista Ciro Gómez Leyva en la CdMx y el gobierno de Claudia Sheinbaum fue incapaz de saber el nombre del autor intelectual del atentado. El periodista y columnista Raymundo Riva Palacio comentó en uno de sus artículos, la semana pasada, que el atentado nace de un miembro de la “jauría”. Que nada tuvo que ver el CJNG; tampoco la Familia Michoacana. Así las cosas, después de más de 9 meses de incertidumbre, el ofendido pidió a la Fiscalía General de la República que atrajera el caso, dada la nulidad en la investigación. Más protección para Claudia, esta vez por su ineptitud y posible contubernio al no develar el nombre del autor intelectual. ¿Coincidencia? Alguien asesinó al autor material. Muerto el “perro de la jauría se acabó la rabia”.

No cabe la menor duda de que en el gobierno de la 4T existe una jauría política de criterio selectivo. La jauría no ataca con furia a cualquier presa; no, es selectiva con las presas, de acuerdo a la orden del dueño de la manada de “perros” políticos o políticos “perros”.

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