Nuestros políticos viven una vida de mentiras y simulaciones. Parece ser que pocos quedarían fuera de la regla, a fin de cuentas, toda regla tiene su excepción. Ricardo Anaya Cortés califica de corruptos a todos los priistas y él es un constipado corrupto que en pocos años ha multiplicado su patrimonio al amparo de la política. En Querétaro todos saben de su trafique de influencias para aumentar su riqueza. Andrés Manuel López, por más de 12 años no ha trabajado, no produce absolutamente nada, no genera riqueza. Sin embargo, ya saben quién vive como “Rey”, viajando por toda la República Mexicana, en campaña constante y continua; el erario es su sostén, más las obligadas cuotas que tienen que dar los “súbditos” –militantes- de Morena para sostener la “Corona”. Hay múltiples acusaciones de corrupción en su contra y él no se inmuta, otros son los corruptos, no él; los de la mafia del poder son los malos y amenaza acabar con todos ellos. Como en los viejos cuentos de Hadas. Y así otro tanto de gobernadores, ex gobernadores, senadores, presidentes municipales, diputados y demás; todos pertenecientes a la “casta” del poder.
Y como bueno cínicos que son muchos de ellos, la semana pasada vivimos un episodio que ralló en el ridículo. Recordemos un poco de historia. Ya sabes quién se la ha pasado en campaña durante muchos años ¿Ya sabes quién? Bueno ese personaje ha usando los tiempos oficiales que otorga el Estado a los partidos políticos en la radio y televisión denominado prerrogativas; sus ideas principales han sido ofensas a sus oponentes políticos. Los ha calificado de ¡puercos, cochinos, marranos! Aprovechando la novela de la Rebelión en la Granja. Ha usado mucho más calificativos para denostar a sus oponentes políticos. Y lo curioso es que: ¡Nadie le ha espetado nada! La autoridad electoral le ha pasado todo, le ha tolerado hasta el cansancio las ofensas. Y así califica de “corruptos y mafiosos” a esos mismos oponentes, no distingue y arrasa con todos. Todos son los de la mafia del poder ¿Qué significa mafioso? Es todo aquel dedicado a la delincuencia, en grupo son el crimen organizado. Ahí está el diccionario y la definición. Ya en campaña Andrés Manuel López, el “ya sabes quién, continúa con el mismo discurso y nada ni nadie le impide usar el lenguaje soez, algunos periodistas incluso le festejan el uso del grosero lenguaje, lo cual a muchos les agrada; pero solo él puede hacer uso de las bajezas, nadie más; no lo sancionan ni lo reprimen y así lo vienen haciendo desde hace varios años con el permiso de la autoridad permisiva del INE,
No todos los políticos son iguales. El trato es discriminatorio. Veamos. La semana pasada al dirigente -que no líder del PRI- se le ocurrió la “puntada” de calificar de “prietos” a los saltimbanquis que de su partido se iba a Morena ¡Uf! ¡Auxilio! Se le vino el mundo encima: lo calificaron de discriminador, de violador de derechos humanos ¿En qué país vivimos? Y el mundo de los cínicos lo obligaron a pedir perdón por semejante ofensa a los tránsfugas. Dicen que en México la mayoría somos prietos, de ahí la supuesta ofensa y discriminación ¡Por Favor! Así que Enrique Ochoa Reza tuvo que recular y disculparse. Pregunta. ¿Por qué esa enorme diferencia en el trato a los políticos? A unos se les festeja y aplauden las groserías y a otros no les perdonan nada, los castigan; vamos ya se habla de su salida de la dirigencia nacional por torpe. Un buen número de periodistas de aquellos que también se sientes “estrellas”, fustigaron a Enrique Ochoa por lo soez que se había portado ¿Cómo iba a ofender a un país de prietos? Los mexicanos somos un país de discriminadores. Váyanse a las costumbres y encontrará la verdad que pretenden ocultar los cínicos ¡ah! lo olvidaba ¡Ya es derecho humano! Y consagrado en la Constitución. Seguramente son muy respetuosos de nuestra Carta Magna.
De verdad somos un país de cínicos. Sobre todo, aquellos periodistas que creen tener la verdad absoluta en sus comentarios, quienes también son ácidos, manipuladores y mentirosos. Omito los nombres de estos periodistas dado que no alcanzaría el espacio para nombrarlos a todos, pero usted bien sabe a quienes me refiero. En las redes sociales transitan infinidad de videos y audios verdaderamente agresivos, ofensivos; otros más preñados de mentiras; injustamente se mofan del Presidente de la República y mienten sobre muchos de los logros del gobierno; todos saben que la mayoría de estos “memes” los elaboran los de la CNTE y sus aliados. Nadie critica, se visten de un silencio sepulcral. Todos callan. Tampoco nadie les dice absolutamente nada, son tolerados hasta decir basta. Pareciera que existen dos Méxicos; uno, el de los cínicos y el otro, el pasivo que solo observa. Y las mentiras pululan y “transitan” libremente las redes sociales. Eso sí, si te opones corres el riesgo de recibir “mentadas de madre”.
Es la campaña electoral que estamos viviendo en el proceso de renovación de los Poderes. En tanto el INE, presume que lograron un acuerdo con la empresa del Facebook, para que, cuando se detecten videos con información falsa, puedan ser retirados de esa red social. Otra de las farsas en las redes sociales. No se les puede decir nada a los que navegan en ellas, pues sería un atentado a la libertad de expresión, por eso los legisladores no las regulan, son tierra de nadie ¡Por favor! Ahí se esconde lo peor de lo peor, por medio de nombres falsos, ofenden, vituperan y amenazan a cualquiera bajo el velo del anonimato. Por eso alegremente esos cobardes pueden hacer lo que les place ¡Hasta cuándo cambiará esa secta de cínicos! La autoridad le teme a todo y deja hacer a los delincuentes lo que les place.
Mientras tanto los corruptos de Ricardo Anaya y Andrés Manuel López, prometen terminar con sus homólogos, miles de corruptos que se enriquecen gracias a la abierta y aberrante impunidad se enriquecen sin temor a que alguien o algo les pase; así tenemos políticos, empresarios grandes, medianos y pequeños, delincuentes comunes, empleados que cobran de más por un mal servicio, el médico que opera solo por cobrar, el mecánico que cobra por no hacerle nada al vehículo, el banquero que se queda con el dinero del pueblo, etcétera ¡De verdad que solo un país de cínicos! Y todavía Ricardo Anaya se queja de que es vigilado por el gobierno a ojos vistos, frente a todos y ahora el gobierno federal, como siempre, no haya cómo justificar su trabajo de seguridad y todo por un corrupto que ofrece terminar con sus compatriotas. ¡Feliz día de la amistad y el amor!
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