Son las palabras que se oyen decir al exdelegado nacional en funciones de presidente, Mauricio Ruiz Olaes, entes de empezar otro de sus estériles y jocosos “ejercicios democráticos” entre pseudorepresentantes de precandidatos presidenciales, de esos que anteponen el “ex” como tercer o segundo nombre, debido a que sin ello solo son los “chalados del pueblo”.

He de reconocer, sin regateo alguno, su sinceridad de admitir la condición de su partido en el estado; sin embargo, a Mauricio Alberto le faltó asumirse como parte del problema, pues hay que recordarle que durante su gestión como delegado en funciones de presidente fue incapaz de consolidar una estructura partidista fuerte, a pesar de ser el dirigente con mayor cantidad de recursos en las arcas partidistas de la historia morenista en Querétaro.

Eso, claro, sin contar los ridículos al registrar candidatos que a la postre dejó a Morena sin contender en algunos municipios, siendo solo capaz de ganar una de las 36 posiciones de voto directo en juego en el estado.

Por otro lado, resulta un chiste de muy mal gusto que el personaje en cuestión se atreva a dictar la conferencia “El empoderamiento de la mujer y su derecho político”, cuando entre cafés aguados y charlas “bizantinas” no deja de humillar por su género y origen a su dirigente estatal.

En fin, no será la primera ni la última vez que don Mauricio se meta en “camisa de once varas” por su ligereza verbal, ya que en su “lógica política” no entiende de tiempo, ausencia y prudencia.

“El que está siempre en el reflector termina quemado”.

Y hablando de Morena

Le cuento que actores de ese partido, con mayor evolución y olfato, ya están volteando a ver el camino verde para transitar proyectos personales, pues el marrón resulta demasiado agreste, salvaje e inseguro y no les ofrece ninguna garantía de siquiera hacerse de un “reintegro”. Y tiene razón, pues con todo y los defectos que pudiéramos achacar al partido del tucán y su dirigencia, es innegable que ahí existe mayor capacidad de diálogo y certeza derivado de la generosidad y oficio político para gestar desde ya un proyecto conjunto al cual no le hacen asco las dirigencias nacionales.

Y créame, los morenos que tomen esa decisión no están mal, pues la historia inmediata nos muestra que aunque en Morena existan casi un cuarto de millar de candidaturas para ocupar, “los naturales” siempre querrán la del otro y buscarán cómo ensuciarla por medio de los argumentos más inverosímiles forjados desde la tirria tribal propia de la especie.

“El que entendió, entendió, y el que no, hasta el año que entra”.

Semovientes sueltos

Parece ser que el senador Gilberto Herrera Ruiz perdió todo control sobre su ganado, ya que a pesar de que en columnas nacionales ha trascendido el “activismo político” del asesor preparatoriano del doctor, Luis Adrián Moreno Mendoza sigue como chivo en cristalería haciendo de las suyas, ahora en compañía de otra de sus patrocinadas, la tabasqueña Irma Monroy Torres, con quien busca extorsionar de manera directa al secretario de Gobierno del municipio de Querétaro, Arturo Molina Zamora, bajo el argumento de presuntos “abusos y acoso” por parte de personal a su cargo, lo cual no consiguieron y tendrán que denunciar, si es que tienen los elementos para hacerlo.

De lo que no cabe la menor duda es que a Herrera Ruiz los años que lleva detentando cargos públicos no le han aportado nada en su evolución y sigue siendo el mismo porro estudiantil de siempre que no entiende reglas básicas de política, como “el que se lleva se aguanta” y “el que si los semovientes causan daños, responde el dueño”.

A ver si cuando salgan los expedientes de acoso a de veras que se ocultaron durante su paso por la rectoría de la UAQ o los cochupos y arreglos en la Secretaría del Bienestar no sale collón como es su costumbre y argumenta persecución política y ataques a su “gran trayectoria”, y todo nomás por no controlar las pulsiones de antropoides belicosos.

“Para tener el pico largo hay que tener la cola corta”.

Movimiento naranja, la, la, la, la, la

Sé que las próximas líneas alentarán más de algún retortijón en alguno que otro dirigente local. No es mi intención, pero si usted se comió el chorizo de Dante Delgado Rannauro, respecto a la no postulación de candidatos en el Estado de México y Coahuila, déjeme decirle que admiro su candidez. Romperé su ilusión.

Dante es un hombre sumamente listo y sabe que la fortaleza de su negociación está basada en la especulación de jugar tapado, pues resulta que, casualmente, en los estados que se bajó no tiene registro local; es decir, no logró en el proceso electoral inmediato anterior el 3 por ciento de la votación válida emitida, misma situación que ocurre en diversos estados del país.

Entonces, como verá, si MC manda candidatos y exhibe su miseria no podrá de ningún modo vender que su franquicia son los 100 gramos que faltan al kilo para hacer competitiva la alianza “Va por México” y se obligaría a ir solo en la elección federal de 2024, lo cual parece ser ya un hecho consumado al haber estirado tanto la liga.

A ver si no es el fin de la franquicia, pues ante la inminente polarización del espectro electoral, se ve complicado que una “tercera vía” logre el 2% requerido para conservar el registro, aunque tampoco olvidemos que el negocio de MC no es ganar elecciones, sino las prerrogativas.

“Al que romantiza, la realidad le atiza”.

Lenguas viperinas

Cuentan que ya se está “desgranando la mazorca” en el equipo del canciller Ebrard en el estado. Esto, debido a la actitud de “doñita celosa” de quien se dice su coordinador en el estado, pues contrario a sumar, que es lo que debería, aleja a todo aquel que vea con capacidad de superarlo.

Además, no vaya a ser que le echen mal de ojo a su viejo o “polvos de la madre celestina” y le roben el amor del doctor.

“Tan poco es, que no tiene más su pasado”.

*ATENTO AVISO: Esta columna estará ausente por dos semanas, nos vemos el 3 de abril. No se mortifique, no sufra.

Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.

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