Dos cosas han causado cierta inquietud en la clase política, y por clase política me refiero a los políticos que están en puestos de elección popular y que, seguramente, buscarán quedarse o por lo menos competir en 2024.
Una de ellas es la elección de dirigencia estatal de Morena, y la otra es la difusión de una encuesta, con todo lo que pueda significar una encuesta, respecto a los actores más viables a las candidaturas, y al triunfo, por el Senado de la República.
Hablamos de los actores de los dos principales partidos: Morena y PAN.
Respecto a la elección de dirigencia local de Morena, el resultado debe tener preocupado al PAN, al grupo de panistas que están en el poder estatal, porque más allá de lo que se diga, quien ganó realmente en Morena es un atisbo de unidad que, si se consolida, aguas, se convierte en un partido muy competitivo.
Dicen que Gilberto Herrera Ruiz fue el gran ganador de la jornada interna de Morena con el triunfo de la doctora Rufina Benítez Estrada, originaria de Arroyo Seco, como presidenta estatal del partido.
Más claro ni el agua, la nueva dirigente del partido de AMLO, Rufina Benítez, en su primera declaración dio vista de que sabe lo que requiere su partido y dijo que se empeñará en trabajar por la unidad de Morena. Así inicia bien Rufina Benítez, nueva presidenta de Morena, cargo que desempeñará por tres años.
Pero eso sería parte de un discurso hasta cierto punto esperado, frases comunes en una dirigente de partido, pero toman relevancia cuando inmediatamente después de comprometerse por la unidad partidista, aclara que fue invitada a inscribirse al proceso por el senador Gilberto Herrera, pero que una vez sumados esfuerzos, buscará consensuar trabajo entre todos los grupos que integran al partido.
Que ni duda quepa de la presencia de Gilberto Herrera Ruiz en la dirigencia estatal de Morena. Los consejeros eligieron su presidenta a Rufina Benítez Estrada, conocida militante de la 4T en la Sierra Gorda y quien participó en la contienda a petición del senador y exrector de la UAQ. Por si fuera poco, el grupo político se fortaleció con la integración en su equipo de Ángel Balderas Puga, quien será el secretario de Organización. Ambos, Balderas y Herrera, operaron para conseguir los votos necesarios que le permitieron llevar a Rufina Benítez a la presidencia de este partido.
Los perdedores, y que tenían dividido a Morena, son la excandidata a gobernadora Celia Maya, quien apoyó a la candidata perdedora Patricia Ojeda, pero también otro perdedor es Mauricio Ruiz Olaes –al que Pancho Domínguez le perdonó la cárcel cuando se comprobó que no tenía título profesional, pero firmaba como licenciado–, quien bajó de la contienda a Rocío Rojas, carta que anduvo promoviendo en varios medios de comunicación.
Lo anterior nos lleva a comentar el segundo tema, que tiene que ver con el primero: la encuesta de intención del voto para elegir candidatos al Senado, donde se dan a conocer los perfiles del PAN y Morena de los posibles candidatos de ambos partidos.
Del PRI ni siquiera vale la pena una línea más que esta.
Por partido, el PAN tiene, según la encuesta de Massive Caller, ventaja con el 34.7 contra el 27.3 de Morena, 7 puntos de ventaja para el blanquiazul que, francamente, creo que no son nada dependiendo de los candidatos.
Es más, considero un empate técnico entre Morena y PAN, sin candidatos en este momento.
Con candidatos: por el PAN no hay novedades, destaca Luis Bernardo Nava Guerrero como el precandidato con mayor aceptación y presencia, con el 29.4 de preferencia, muy pero muy por encima de los demás, como Roberto Sosa Pichardo, con un 12 por ciento de intención del voto, que no es nada; Sosa no tiene oportunidad, primero en las internas de su partido, y si lo pusieran de candidato es porque el PAN quiere entregar la senaduría a Morena.
Por Morena destaca Santiago Nieto con la intención del voto de un 27.4 y el actual senador Gilberto Herrera, con un 22.4; y aunque aparentemente Santiago lleva ventaja, ahí no hay nada definido porque Herrera domina y controla la escena local morenista.
Es más, la fórmula ganadora sería que vayan ambos, Santiago y Gilberto, con gran oportunidad de ganar la primera posición, dependiendo quién acompañe a Luis Nava.
Parece claro que la confrontación entre Morena y PAN se dará en las figuras de Luis Bernardo Nava y Gilberto Herrera, que lleva mano en la reelección y es donde puede dejar en el camino a Santiago Nieto.
Hay otros actores que podrían ir por otros partidos, algunos de esquiroles, como José Calzada por el PRI, que pagaría caro esa osadía, como la pagó en su momento Enrique Burgos, que perdió ante Pancho Domínguez.
Y hablando del exgobernador Pancho Domínguez, si en el PAN se descomponen las cosas y no logra ser candidato a lo que sea, podría pasar a Movimiento Ciudadano, pero eso es otra osadía y motivo de otra colaboración.
Por lo pronto, los protagonistas, en sus partidos y en la intención del voto, son Luis Bernardo Nava y Gilberto Herrera.
Aunque falta mucho camino, a pesar de lo adelantado que está el proceso de 2024, por lo menos en Querétaro, porque en el país se define en 2023 en el Estado de México.
24
Ago 22
Twittear
Ofrecen recompensa por imputados de la muerte de Daniel Franco en Huimilpan, 100...
La semana pasada se reunieron el gobernador del estado, Mauricio Kuri, y Marko C...
Ha llovido a cántaros en los últimos días en la entidad, y se podría pensar ...
Las redes se incendiaron, los ciudadanos andan indignados; no de ahorita, sino d...
Danos tus comentarios