De acuerdo con un estudio, el tránsito lento y la congestión vehicular generan importantes afectaciones a la salud mental: depresión, estrés, agotamiento y arranque de ira son algunos de las afectaciones que lo mismo se aplican a los usuarios del transporte público como a los conductores.

En Querétaro, algunas veces, las cosas que en apariencia son insignificantes pueden ser grandes detonantes de ese estrés o mal humor social.

Por ejemplo, a nadie le gusta esperar en el tráfico; y los traslados al trabajo y a cualquier actividad como ir a la escuela, constituyen en estos momentos en Querétaro una de las actividades menos placenteras que realizamos. Pero no se trata solo de una pérdida de tiempo molesta, sino de un problema de salud pública y de un tema de gobernabilidad.

En la entidad, mejor dicho en la zona metropolitana, el ánimo está al rojo vivo.

Las agresiones por conflictos viales son cada día más frecuentes, el estrés y el mal humor social provocan que los ciudadanos tengamos la piel muy sensible y que del mal humor social pasemos a las agresiones físicas personales y en 2024 a la venganza electoral.

Dice el dicho que lo mejor es que se va a poner peor; es decir, apenas inicia la etapa crítica en materia de movilidad por las obras de 5 de Febrero.

Lo que sufren los automovilistas, los ciudadanos a estas fechas no es nada en comparación con lo que viene.

Porque a partir del 21 de marzo se reducirá de dos a un carril la circulación sobre avenida 5 de Febrero, de Tlacote hacia avenida Zaragoza, confirma Fernando González, SDUOP. Para ello, la vía alterna para los automovilistas será Avenida de las Torres, en donde se habilitarán tres carriles en un mismo sentido.

Apenas viene lo peor, da entender Fernando González, que ha declarado una y otra vez que la obra de 5 de Febrero no va a resolver el tema de la movilidad o la del tráfico vehicular. A ver si por lo menos le queda “bonita” la obra.

Parece que no se ha entendido lo que pasa, y esta semana solo se muestra un poco de lo que viene en los próximos meses.

Un ejemplo es la difusión de un video en redes sociales sobre un hecho de tránsito en bulevar Bernardo Quintana, donde estuvieron involucrados una unidad de la empresa Turísticos y Empresariales San José y un vehículo particular.

En forma intencional, un conductor de transporte de personal chocó en varias ocasiones a una automovilista, con quien al parecer tuvo un conflicto previo cuando ambos circulaban sobre Bernardo Quintana.

El hecho se encuentra registrado en un video que captó un automovilista –no los medios de comunicación– que transitaba detrás de los involucrados, el cual circula en redes sociales.

Lo que viene a continuación es de risa loca y provoca aún más ese mal humor social que ha tomado cartas de naturalización entre los queretanos, una acción que traerá fuertes consecuencias negativas entre los operadores del transporte público, porque resulta que se ha iniciado el proceso de cancelación de la licencia del operador para conducir cualquier tipo de transporte público.

Además, se remite la unidad a un establecimiento de depósito y guarda, se aplica una multa que puede ir de los 77 mil hasta los 129 mil pesos como lo establece la ley para el estado.

De risa local, porque resulta que la multa para un operador –sin eximirlo de culpa o responsabilidad– es igual o más alta que la que se pusieron a la empresa a la que se le derrumbó la ballena del puente de Sombrerete; a la constructora solo le pusieron 80 mil pesos de multa.

Respecto a este puente, el de Sombrerete, que costó más de 111 millones de pesos, es un ejemplo de la desconfianza que tiene la ciudadanía, los automovilistas, respecto a las obras viales.

Poque resulta que ya entró en funciones al inicio de esta semana, pero, aquí viene el pero que ilustra también el mal humor y desconfianza ciudadana, no lo usan los automovilistas, o al menos en los primeros días luce desierto.

Obvio es que se tendrá que usar cuando cierren casi totalmente 5 de Febrero, pero la desconfianza está sembrada, y eso es una prueba.

Otro “incidente” más fue el 27 de febrero en Prolongación Bernardo Quintana; tras una discusión entre un taxista y un operador de transporte privado, derivó en la muerte de este por un infarto.

Igual circula un video donde el lunes pasado dos mujeres pelean por un hecho de tránsito en plena obra de 5 de Febrero; lograron separarlas, pero andaban de la greña.

Hay pleitos entre los automovilistas y el personal que labora en la flamante obra, y antier trabajadores de las unidades de transporte de material que brindan servicio a la obra de Paseo Cinco de Febrero intentaron bloquear los carriles a la altura de carretera a Tlacote, como protesta ante la detención de uno de sus compañeros al verse implicados en un choque con un motociclista.

Hay que sumar que, sin banquetas ni ciclovías ni puentes peatonales, el libramiento norponiente es un riesgo para los habitantes y trabajadores de la zona, quienes diariamente arriesgan su vida ante una vialidad diseñada exclusivamente para automóviles, sin considerar la seguridad vial.

Lo anterior son solo algunos “ejemplos” “aislados”, de lo que ha estado pasando esta semana, porque en las anteriores hasta un automovilista fue baleado y falleció, todo por un incidente de tránsito.

¿A dónde vamos a parar?, diría El Buki; y eso solo lo sabe, si es que sabe algo, Fernando González.

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