A Dante Delgado Rannauro, dueño de MC, no lo calienta el frío clima que azota a la mayor parte del suelo mexicano.
Después de la vergüenza que los hizo pasar su travieso “niño”, el de los tenis “fosfo”, no tiene con quién desquitarse, por eso le pega a la oposición, cual piñata que no puede romper.
Cuando la candidata del gobierno federal (Morena, Verde y PT) y la de oposición (PAN, PRI y PRD) se encuentran en franca campaña, MC no tiene candidato, el designado por AMLO se le cayó; se rajó, no quiso continuar, se regresó al refugio donde encuentra protección para guardar los secretos de su corrupta administración.
A Dante solo le queda rumiar su prematura derrota. Escupe hilaridades sin fundamento, balandronadas del viejo y mañoso político a la antigua. Idéntico a López Obrador, aunque esté bajo el cobijo de la Presidencia. El otro no tiene más que la franquicia de su partido y la senaduría que lo arropa, nada más. Por eso sus balandronadas.
Cuando reporteros de los medios que cubren el Senado de la República le preguntan a Dante sobre el frente opositor, simplemente afirma que “ya está muerto”. ¿Por qué o cómo? Nada, para él está muerto, así de simple; y critica sus orígenes; sí, el PRI lo parió y ahora reniega de su filiación. ¿La coalición política muerta por decisión de Dante?
Para nadie es desconocido que el partido de Dante luchará en las elecciones de 2024 por conservar el registro de MC, sin posibilidad alguna de grandes triunfos; Delgado teme perder el registro y quedarse sin el dinero de los recursos públicos que obtiene del INE y en algunos estados. Ese es su objetivo, por eso sus bravatas en contra de la oposición.
Conste que Dante Delgado es oposición. Pero actúa como esquirol de su amigo López Obrador; voz oficialista del régimen del caos.
Para el dueño de MC es mejor estar bien con el dueño del circo y no enemistarse con los payasos. Dante sabe jugar sucio. Los años de priista le enseñaron ese juego. Ahora es enemigo de aquel que le amamantó y dio vida política (toda su existencia viviendo del dinero público), al igual que muchos que han buscado refugio en cualquier partido.
Para Dante Delgado es mucho más ventajoso y productivo combatir a sus homólogos de la oposición que enfrentarse a quien ostenta el máximo poder en México. Hace algún tiempo un amigo que había brincado de un partido a otro me confesó que nunca hay que enemistarse con quien ostenta el poder, puede aplastarte. Así que, fingiendo ser de oposición, trabajaba con aquel que ostentaba el poder. Esa regla no escrita es seguida por la mayoría de aquellos que viven de la política.
Bajo la misma dinámica de lanzar “bolas bobas” y dada la ociosidad del presidente López, por enésima ocasión en la comodidad de su mañanera, volvió con las falacias, las ofensas y amenazas en contra de la presidenta de la SCJN y ministros. Todo porque no los puede controlar. Así que los fastidia políticamente. Intenta amedrentarlos con sus iniciativas de ley; esas que prometió enviar en septiembre del próximo año; este día cambió de opinión, que siempre no será en ese mes, así que prometió que será en febrero próximo, cuando ambas cámaras estén en periodo de receso.
¿Ya no piensa ganar la mayoría calificada en las próximas elecciones? Todo indica que es así. Por eso el cambio, por ello modificó los tiempos, son de campañas electorales. Su candidata trae esos temas en el orden del día que le dicta el presidente. AMLO abre 2 frentes sobre el tema, el de su candidata y desde la misma Presidencia. Si fuese hasta septiembre ya habrá perdido muchas lecciones, sabe que no logrará la mayoría calificada; así que el tema lo seguirá explotando y exprimiendo durante las campañas. He ahí la razón en el cambio de los tiempos. Los dos candidatos oficiales con los mismos temas electorales.
AMLO volvió a insistir sobre lo que supuestamente ofreció la ministra Norma Piña, por aquello del dinero de los fideicomisos propiedad del Poder Judicial Federal y sus empleados. Después de las descalificaciones y vituperios que acostumbra el presidente, argumentó que puede ser culpa de los conservadores que no le permiten cumplir con “regalar” los miles de millones de pesos de los fideicomisos para los damnificados del huracán Otis. La ministra jamás ofreció (regalar) lo que dijo el mitómano de López Obrador. Nunca.
La ministra pidió un enlace del presidente para discutir el tema. AMLO jamás designó a ningún enlace y el que existe formalmente no funciona. López nunca leyó el oficio de la presidenta de la SCJN; y si acaso lo hizo, no le entendió, dado su retraso académico, necesita 14 años para lograrlo, como sucedió con sus estudios universitarios. Su equívoco malintencionado es para culpar a la ministra de la falta de poyos a los damnificados. Eso es lo que busca el presidente.
Explicación simple. La ministra Norma Piña le propuso a López que se sentaran a platicar, desmenuzaran el problema “jurídico” y, después de ello, tomar los acuerdos. AMLO sabe que no se puede hacer nada. Hay un decreto aprobado por ambas cámaras y publicado por él que impide legalmente decidir el destino de esos recursos. Además, hay varios litigios que refuerzan la idea de la negativa. Ni AMLO ni la ministra pueden disponer de esos dineros. ¡Ah!, pero le sirve de publicidad a López, abusa de la tribuna de la mañanera, la del desprestigio que es utilizada para asuntos políticos y venganzas personales.
También volvió en contra del ministro Javier Láynez Potisek, por haber concedido suspensiones provisionales en las diversas acciones de inconstitucionalidad interpuestas en contra de las arbitrariedades de los dos poderes públicos (Legislativo y Ejecutivo): haber “confiscado” propiedad privada (dinero privado) y pública para aviesos intereses políticos del presidente. Tema constitucional en manos de la justicia federal. Un asunto personal y político del presidente, no de interés nacional.
De ahí las amenazas que ya se hicieron añejas y costumbre en contra de los ministros. Claro, simple propaganda político-electoral.
Si AMLO podrá destinar para el siguiente año –último de su mandato– miles de millones de pesos para sus inútiles obras, además tendrá dinero de sobra, prestado de un crédito por casi 2 billones de pesos (2 millones de millones de pesos). Entonces, ¿por qué fastidiar con 13 mil millones de pesos al Poder Judicial de la Federación? La respuesta es más que evidente. Para uso político. López pretende culpar al Poder Judicial por la falta de apoyos materiales y económicos a los miles de guerrerenses damnificados; que la furia por el abandono se enfoque hacia los ministros y no hacia él, responsable de haberse “robado” el dinero del Fonden.
De ahí las amenazas al personal del Poder Judicial. Lo mismo que hace Dante Delgado. Ambos, expriistas mañosos y resentidos, ávidos de seguir usufructuando el poder.
¿En qué consistirán las cansadas iniciativas de ley que amenazó con presentar en febrero? En lo que tanto ha repetido. Que sean electas por voto popular todas las autoridades de la impartición de justicia; una nueva ley orgánica; constituir otro poder dentro del Poder Judicial: órgano que enjuicie a los impartidores de justicia. Simples peladeces y calenturas presidenciales. Ni las ministras amloístas están de acuerdo con las locuras de AMLO.
Así las cosas, estamos frente a la impotencia de algunos políticos, reflejada en los desparpajos de sus declaraciones.
07
Dic 23
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