Definitivamente las trampas implementadas por la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados en la convocatoria para elegir las 4 consejerías del INE, fueron enmendadas por unanimidad de los magistrados de la Sala Superior del TEPJF. Los obligan a rehacer la tarea.

Los diputados de Morena y aliados deben hacer cambios a la convocatoria, so pena de nulidad del proceso de selección de 4 consejeros del Consejo General del INE.

El pleno de la Sala Superior del TEPJF decidió que los diputados federales deben modificar la convocatoria por violar flagrantemente el artículo 41 constitucional.

No se les quita lo tramposos a los morenistas. Resulta que los diputados federales no solo incumplieron con las disposiciones del artículo 41 de la Constitución, fueron más allá; modificaron las reglas para controlar el proceso de selección de los consejeros que entrarán en funciones en pocos meses. ¡Los obligan a corregir la plana mal hecha!

Aquí parte de los vicios cometidos por los diputadiles. Los legisladores federales impusieron una obligación inexistente, informarles, por parte de los integrantes del Comité de Evaluación, sobre nombres y posibles candidatos, cuando que la atribución es exclusiva del Comité Técnico de Evaluación. Seguramente se preguntará, ¿para qué quieren saben los diputados morenistas los nombres de los aspirantes antes de la selección? Obvio. Para depurar la lista y dejar pasar a quienes comulga con su tramposa y rapaz ideología.

Los magistrados argumentaron en su sentencia, además, que los diputados omitieron en la convocatoria generar dos procedimientos diferenciados. Uno para elegir al presidente del Consejo General del INE; y el segundo, para la selección de los otros tres consejeros.

Algo más, los ínclitos creadores de leyes tampoco consideraron el procedimiento relativo a la paridad de género. Es evidente que la intención de los diputados que controlan la cámara no es otra más que aquella que les permita manipular el proceso electoral y seleccionar consejeros a modo, literalmente: asaltar al INE para controlarlo.

El acuerdo de la convocatoria establecía intervención abusiva, más allá de sus atribuciones, resultando inconstitucional por parte de la Junta de Coordinación Política.

También asentaron e indicaron que el Comité Técnico de Evaluación debía presentarles dos informes sobre el cumplimiento de requisitos de los aspirantes y nombres de aquellos que consideren mejor calificados. ¿De dónde tanta abusiva imaginación?

Conforme el artículo 41 constitucional, el comité no está obligado a ello, únicamente a informar sobre las personas mejor evaluadas por cada consejería a elegir. Así de simple.

La sentencia aprobada por los 7 magistrados de la Sala Superior ordenó la modificación de la convocatoria, exigiendo a los miembros de la Jucopo corrijan, enmienden los vicios a la brevedad posible. De lo contrario, el viciado y tramposo procedimiento traerán la consecuente nulidad del proceso de selección de los 3 consejeros y presidente del Consejo General del INE. ¿0 acaso a eso aspiran los morenistas para generar más problemas al INE, debido a la próxima falta de 4 consejeros, entre ellos el presidente? Concluyen su periodo para el cual fueron designados en su momento.

Recordemos que con las reformas en materia electoral promovidas por el presidente López y aprobadas por mayoría simple, pretenden acabar con las funciones de buena calidad y confiabilidad democrática que ha venido desarrollando el organismo electoral durante más de tres décadas.

No les es suficiente con destruir la autonomía constitucional, reducir su personal y generar estado de inanición económica; quieren el control, por violento asalto, del Consejo General, máximo órgano de decisión del INE.

El acuerdo de la convocatoria controvertida deberá modificarse a la brevedad por los legisladores federales. Tendrán que realizar un “esfuerzo extraordinario” para corregir los “errores, abusos y trampas”, debiendo emitir una nueva convocatoria que cumpla con todo el rigor de lo dispuesto por el artículo 41 de la Constitución. Algo sumamente sencillo. Nada imposible de cumplir, como lo han expresado en otras ocasiones los truculentos diputados integrantes de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados.

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