Perdió vergonzosamente la elección la candidata del presidente Andrés López. En la sesión del pleno de la SCJN, desahogada ayer lunes, apenas alcanzó un voto de 11, seguramente fue el propio.

Tampoco quedó el ministro “más rico”, a quien denostara el presidente sin mencionar su nombre. AMLO conservó hasta el último momento su belicosidad en contra de los ministros. El colmo, su esbirro Ricardo Monreal lo secundó. ¿Cómo elegir a quien fue severamente cuestionada por la sociedad y su honestidad tambaleante frente a una vida tormentosa?

Salió avante la ministra Norma Lucía Piña Hernández, quien desde ya ostenta la presidencia de la SCJN y el Consejo de la Judicatura.

Su primer acto de autoridad fue adscribir a Zaldívar Lelo de Larrea a la sala que dejó la ministra Norma Piña para que se ponga a trabajar después de 4 años de asueto y servil funcionario bajo el mando de AMLO.

Los ministros le ganaron la batalla al abusivo y déspota presidente de la República; demostraron con ello su independencia del Poder Ejecutivo. Perdió la candidata de López, una afrenta. Lo mismo sucedió en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, eligieron a Guillermo Valls Esponda, perdió a quien impulsó López Obrador. Dos a cero.

Pero no hay que echar las campanas al vuelo. La ministra Piña sigue con sus mismos compañeros, los 10 ministros no cambian; varios de ellos bajo el mando del presidente López, aquellos y aquellas que por inercia avalan actos inconstitucionales.

La presidenta de la SCJN estará sujeta a presiones del Poder Ejecutivo y sus huestes. Entre ellas está la reducción del presupuesto del Poder Judicial, el golpeteo constante de López, descalificando el trabajo jurisdiccional de los funcionarios de ese poder cuando no le dan la razón jurídica; también está el tema aquel que para el presidente son salarios superiores y prerrogativas de los ministros que no se ajustan a la “austeridad republicana”; pero él sí percibe tremendos beneficios, criticando los privilegios de los ministros. AMLO vive un cuento de hadas y disfruta de todos los beneficios en un verdadero palacio, lo que no acontece con ninguno de los 11 ministros.

Asuntos de naturaleza constitucional y jurídica, el presidente López Obrador los muta a temas políticos, los deforma para hacer creer que él tiene la razón. Manera perversa y tirana de actuar de un presidente. Con el mando de la ministra Piña Hernández no podrá haber cambios de fondo, luchará con resistencias endógenas y exógenas. Mas debe aplaudirse la derrota de la candidata de AMLO. A Yasmín Esquivel aún le quedan escollos que librar. ¿Es o no la plagiaria de tesis? ¿Falsificó declaración y firma de Édgar Ulises Báez? ¿Qué dictaminará la UNAM en relación con la disputa del plagio?

A todo esto, parece ser que mucho influyó en la decisión de la mayoría de los ministros el activismo de las redes sociales, de los medios de comunicación, de los críticos, así como de estudiosos del Derecho y analistas, y qué decir de la sociedad civil organizada, todos que criticaron acremente la conducta e influyentismo de la ministra Esquivel. Claro, también hubo un contraataque de aquellos que defendieron a la ministra. Pesó más la lluvia de pruebas en contra de la ministra. Ello también fue decisivo para que perdiera la candidata del presidente de la República.

Una vez más se demuestra que la sociedad mexicana está harta de los abusos de Andrés López Obrador, a pesar de que él diga ser uno de los presidentes más populares del mundo, mientas un estudio demuestra que el mismo López Obrador es uno de los presidentes más tiranos y corruptos del mundo. Así está el mundo al revés del presidente Manuel López.

Enhorabuena para la mayoría de los ministros de la SCJN, que pudieron resistir y mantener firme su independencia jurisdiccional, habiendo expresado, con su voto, sin decir palabra alguna, su fuerte rechazo a la injerencia del Poder Ejecutivo. Una felicitación a los integrantes del Poder Judicial; por primera vez en su historia una mujer ejercerá la alta investidura de la presidencia de la Corte.

El gran perdedor, López Obrador.

¡Habemus presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación!

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