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Jun 23
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Ut sementem feceris, ita metes
Dentro de las ausencias al evento de Pancho Varona, que sirvió de pretexto al PAN para su comida de “unidad”, fueron la del ingeniero Ignacio Loyola, quien tiene la intención de mudarse de Congreso de la Unión a Reforma, y la de Roberto Sosa que, cuentan sus allegados, tiene tan buena vista que desde el Gran Cue alcanza a ver El Caballito.
La primera fue por una imperdonable omisión, mientras que en la segunda faltó tacto político, algo que es sumamente importante no olvidar junto al diálogo para construir acuerdos que lleven a la unidad.
Esto es muy importante, se necesita mucho diálogo; y es que si algo demostró la elección del Estado de México es que la oposición es una entelequia, carente de narrativa, incómoda ante los escenarios electorales de la post modernidad, incapaz de estimular a los votantes para acudir a las urnas, donde la ciudadanía queda al margen sin interacción en procesos básicos pues la política –parafraseando a Tilly– es ante todo un acto reivindicatorio del marco colectivo social.
Veamos. Una alianza local no reúne en este momento las condiciones básicas de valor, unidad, número y compromiso en un esfuerzo público común. Quienes tengan la oportunidad de la reelección olvidan a menudo que la elecciones se ganan o pierden desde el poder, Cadereyta, Colón, Huimilpan, San Joaquín, San Juan del Río, resultando más difícil ganar una elección que una reelección, Arroyo Seco, Amealco, Pinal de Amoles, Landa de Matamoros.
Pero, ¿qué va a pasar dónde la reelección no es posible? En Corregidora no hay PRI y menos PRD, Chepe Guerrero la lleva franca; Querétaro, Felifer, Paulina Aguado y Lupita Murguía por el blanquiazul no tendrán una perita en dulce con Jorge Cevallos, del PRI; mientras en El Marqués, si el método de designación fuera por encuesta, Rodrigo Monsalvo, por el PAN, no tendría oportunidad con el priista Mario Calzada, si es que no se los gana antes Morena; mientras que Amarildo se sacaría la lotería en Pedro Escobedo con la priista Chela Juárez en un intercambió de posiciones.
Huimilpan será otro lugar donde consolidar una candidatura común resultará complicado; ni PAN, PRI y PRD tienen perfiles competitivos al día de hoy.
Los seis distritos federales, fuera del PAN, carecen amarillos y tricolores de cuadros ganadores, mismo caso al Senado, donde lo ideal es que Luis Nava reforzara una candidatura femenina con rentabilidad electoral, como Ana Paola López Birlain, Sonia Rocha o Estrella Rojas; una candidatura distinta como Agustín Dorantes requeriría, por el contrario, ser soportada con una figura como Lupita Murguía, pues su rentabilidad y su nivel de conocimiento por parte del electorado es débil muy a pesar de sus esfuerzos publicitarios.
Si conoce a algún fan de Marcelo Ebrard, dele un abrazo, lo necesita, sus sueños guajiros tuvieron un imprevisto amargo despertar. El aún canciller rompió con una regla no escrita de la política mexicana: abandonó la mesa antes que su jefe el Presidente; quería, suponemos, urgentemente lamer sus heridas, pues Claudia Sheinbaum se reafirma en la presidencial, mientras que Adán Augusto se perfila a coordinar diputados, Monreal a la Secretaría de Gobernación Claudista, y si no se equivoca, Marcelo a coordinar senadores. ¿Noroña? ¿Quién es Noroña?
El Partido Verde confirmó lo que le venía diciendo, amable lector: que Morena no gana sin el Verde. Coahuila fue un desastre y Guadiana terminó atragantado con su sombrero, mientras en Edomex la suma del partido del tucán fue la diferencia. G¡rave error cometería Morena en Querétaro si pretende no contemplar incluirlo en su oferta electoral, mientras que por otro lado, Ricardo Astudillo tendrá que tener mucho cuidado en que no lo cachiruleen, colándole morenos que por encima se pongan la playera verde. Algo es seguro, llevan mano en Huimilpan y en San Joaquín, sí, ese mismo municipio que le regaló el pseudopriista Paul Ospital a Ricardo, nomás porque lo quiere mucho.
Eclesiástico 10: 2,4,5
Todo pueblo tiene el gobierno que se merece. Cuando el rey es ignorante, el pueblo acaba en la ruina; cuando el rey es sabio, el pueblo prospera. Dios tiene en sus manos el poder de gobernar este mundo, y el poder de nombrar gobernantes, elige al gobernante adecuado y le da su propia autoridad.
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