El pasado sábado, el diputado local y también dirigente estatal del PVEM, Ricardo Astudillo Suárez, dio inicio en el municipio de San Juan del Río a lo que denominó “Caminatas Verdes”.

Sin duda, estamos ante un proyecto de posicionamiento al interior del estado. ¡Y está bien! Lo he dicho en otras ocasiones, Astudillo Suárez es un tipo agudo y sabedor del juego político, por lo que una vez más y, obedeciendo al sutil olfato que le caracteriza, ha dirigido su norte hacia la candidatura al Senado para 2024.

Y antes de que me diga que es axiomático porque en su partido la tiene desde ahora, déjeme explicarle lo verdaderamente interesante del movimiento: no cabe duda que Ricardo será la carta del Verde a la Cámara Alta, pero el Verde irá en alianza con Morena. He ahí la clave.

Ahora bien, las posibilidades de que Astudillo Suárez consolide sus intenciones son amplias y tangibles; pero por favor, antes de continuar leyendo haga de lado sus complejos ideológicos y filias partidistas para que pueda entender de lo que se trata, política y ya. Explico.

En todos los partidos políticos existen tablas de rentabilidad nacional, con diferentes nombres pero llegan a lo mismo. Es así y en esa lógica, que para el CEN de Morena, Querétaro es un estado con pésima rentabilidad. Y no le busquen, porque no lo digo yo, lo dicen los resultados. Además, y sin ánimo de aludir a nadie ni herir sentimientos antropoides, es evidente que para el CEN la franquicia queretana solo representa impasse y gresca eterna entre los miembros de la tribu, que en su salvajismo natural es capaz de cometer actos de antropofagia política, por lo que, como ha quedado de manifiesto en los dos procesos electorales anteriores, no le hicieron gestos a candidatos externos que resultaron factores neutros en la ecuación electoral; y evidentemente, no tendrían mayor problema en ceder a las aspiraciones del ecologista, más cuando este expresa de inicio un 7 por ciento de la votación estatal en procesos federales.

Por cierto, y como comentario al margen, a diferencia de otros suspirantes cuya “experiencia” los lleva a construir a partir de la división, Astudillo ha aprendido a sumar; para muestra, el regreso del “hijo pródigo”, Yairo Marina, al redil.

“A veces más vale ser perro, que de casa”.

¡Ay, Jessica!

Para que no le digan y no le cuenten, la salida de Jessica Moncada Herrera de la Secretaría de la Mujer del municipio de Querétaro obedeció únicamente a sus actos, “no le busque chichis a las culebras”.

Sobre ella recaían diversas quejas derivadas de los malos tratos que dispensaba su personal, sumado a la evidente incapacidad y despotismo que mostraba en el desempeño de su encargo, que propició que diversos colectivos feministas hicieran llegar a la oficina principal del Centro Cívico sus inquietudes, por lo que el presidente municipal, luego de corroborar los hechos, en congruencia con su política humanista, ni tardo ni perezoso le dio las gracias y nombró de inmediato a María Elena Guadarrama Conejo, de quien se esperan buenos resultados al frente de la institución, pues dicen que comparte la visión y formas de Luis Bernardo Nava Guerrero.

“Hay que saber partir con dignidad”.

Felifer, mal y de malas

Menudo fin de semana debió de haber pasado el legislador federal por el 4º distrito, Felipe Fernando Macías Olvera, luego de su fugaz pero no por ello imperceptible, desafortunada aparición en el polémico documental “Caníbal”, lanzado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con el fin de llamar a la reflexión y visibilizar los feminicidios en el país.

Aclaro y para que no den lata, no voy a escribir sobre el contenido del mismo, no diré si es bueno o malo, mi comentario va dirigido al uso, como referencia de ignorancia y frivolidad, que da la periodista Gabriela Warketin al diputado queretano para ilustrar que hay legisladores que solo votan en el Pleno de la cámara para subir contenido a sus redes sociales.

Felipe Fernando está pagando muy caro por la “economía de la atención”, esa que se traduce en la adicción al “like”, producto de la secreción de dopamina generada por el efímero seguimiento de entes virtuales y el presunto cariño y empatía que transmiten en forma de corazoncitos, sin que aporten nada al proyecto político, porque este, a diferencia del TikTok o Instagram, se ubica en la realidad y no en el ciberespacio.

Pero cuando los videítos salen de la volátil zona de confort al mundo real, como es el caso, las consecuencias son auténticas y los daños tangibles, no como en las redes sociales, en las que todo, todo, todo es pasajero: mentadas, cariños, amigos y enemigos.

Ojalá y la clase política del estado voltee a ver lo que le ocurrió a Felifer y entienda que los bailes repetidos, el “Lip Sync” mal hecho y los chistes de cliché, que se han hecho crónicos en últimas fechas, a diferencia de lo dicho por sus asesores, ¡NO SIRVEN!, y únicamente los ponen en riesgo de hacer el ridículo.

Por cierto, ojalá y no se les ocurra a los sesudos “consiglieres” del diputado sugerirle que demande a Warketin un derecho de réplica, o peor aún, un daño moral; porque entonces sí sería el acabose.

“Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.

Reuniones no tan secretas

Le cuento que un grupo de amigas de la “Dama de Platino”, Guadalupe Murguía Gutiérrez, se ha tomado muy en serio la posibilidad de que Lupita encabece alguna candidatura en el próximo proceso electoral, por lo que, desde ya, están construyendo estructuras “a la antigüita” para lo que se ofrezca, no vaya a ser que las agarren desprevenidas y “les salte el pez en las manos”.

“Más vale prevenir que improvisar”.

Lenguas viperinas

¿Se acuerda usted de unas inocentes criaturitas que querían hacer un partido local cuyo nombre sería “A la queretana”? ¿No?

Pues dicen que estos muchachones encabezados por el pragmático operador César Zafra Urbina, ya andan en pos de una franquicia nacional que se vende como la “tercera vía”.

“Hay que tenerle amor a los huevos, no a la incubadora”.

Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.

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