Luego de dos semanas de que la segunda fuerza política nacional sufriera un descalabro histórico en cuanto a resultados electorales, muchos nos quedamos esperando el surgimiento de una corriente crítica encabezada por el exgobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién.

Sin embargo, no fue así y todo quedó en laxos comentarios y una que otra recriminación, de esas que terminan siendo parte de la ornamenta política. Y no, no pasará nada, al menos de aquí a 2023, donde se montará una pantomima igual a la que vimos en días pasados.

Así que síi “le va al PAN”, estese tranquilo, no habrá ningún zipizape al interior; pero no es por falta de ganas, ni porque todos estén muy conformes, para nada; el dejar pasar obedece al exceso de conocimiento del partido y su militancia. Le explico:

Aunque muchos actores blanquiazules estén sumamente desilusionados y furibundos con los resultados, saben que poco o nada pueden hacer contra su dirigencia, porque esta sigue controlando el Consejo Nacional, y sin este, todo esfuerzo en contra de Marko y compañía es nulo, además de que nadie que pretenda un futuro político de aquí a 2024 sería tan ingenuo de pelearse con los dueños de la franquicia, arriesgándose a que con una “providencia nacional” le tiren lo poco o mucho que haya avanzado en los proyectos locales, que serán en su momento los que sostendrán en tiempos de crisis al partido.

Ahora bien, en el caso particular de nuestro estado, aunque el escenario para el PAN y sus posibles candidatos es claro y optimista al exterior, al interior del partido puede tornarse complejo debido a la rentabilidad electoral que representa Querétaro para la franquicia, por lo que en la administración de la quiebra, se convierte en un activo inestimable económica y electoralmente hablando, pues a como pintan las cosas, será el sostén de la segunda circunscripción electoral, con miras a la representación proporcional en la Cámara baja y uno de los estados con mayor aportación en cuanto a voto nominal, por la participación histórica que será vital en la subsistencia partidista.

Como verá, si es que llegase a haber sublevación blanquiazul, será por ahí de 2024, luego de que no se consiga por tercera vez consecutiva la Presidencia de la República; y claro, todo depende de que los “anayistas” no se enquisten para administrar los esquilmos por tres años más.

“En tiempos de crisis hay que degustar sapos”.

Morena se renueva

Donde se avecina la clásica gresca de arrabal es en Morena Querétaro; pero no vaya usted a creer que es debido a la expulsión de la tribu del primate belicoso mayor, Ángel Balderas; para nada. Aunque dicho sea de paso, aportará mucho al espectáculo con las pataletas y berrinches llenos de ira símica que veremos en próximas horas.

Le cuento. Aunque el delegado nacional en funciones de presidente estatal, Mauricio Ruiz, trató de desviar la atención a la intrascendencia de un asunto rancio e interno, para que no se hiciera ruido en el clan, trascendió que según la convocatoria al Congreso Nacional Ordinario, en el mes de agosto se elegirá a voto abierto de toda la militancia a los cincuenta consejeros estatales, para que luego estos, el mes de septiembre, elijan a quien será el próximo presidente del Comité Ejecutivo Estatal.

Así que le sugiero preparar sus palomitas y bebida de su preferencia para disfrutar el show de hostilidades que nos regalarán “chimpancés y bonobos”. Nada más que hay que verlos de lejitos, porque seguramente comenzarán a tirarse heces entre sí a la menor provocación, en busca de la aprobación de sus respectivos simpatizantes que, bajo el prurito de “ortodoxia y derecho de sangre”, se enrolarán en una batalla fantástica por la dirigencia de un partido político cuya única pureza se encuentra en el agua de los garrafones que usan en la preparación del café insípido que acompaña sus discusiones bizantinas.

“Es más fácil encontrar un otomí francés albino judío ortodoxo, que un militante de Morena puro”.

En verdad, quisiera alguna vez tener algo bueno que decir de Morena Querétaro (el nacional se cuece aparte, ahí sí hacen política), pero es imposible, la materia prima no lo permite; simplemente son: atávicos, rencorosos, sordos, incomprendidos, incomprensibles, aislados, socarrones, vengativos, incrédulos, dogmáticos, parciales, indómitos, imprácticos, caníbales, acomodaticios, vulgares, bravucones, chillones, lángaros, sojuzgadores, torpes, surrealistas, infumables, tardos, contra históricos, siniestros, antisociales, fariseos, etcétera.

Y mientras no se den cuenta de sus “virtudes”, poco podrán hacer en el estado.

“Changos viejos no aprenden maromas nuevas”.

Nuevos tiempos en el PRI

Estoy seguro que fui agregado por equivocación derivada de la homonimia que guardo con el líder sindical de la radio y la televisión en el estado a un grupo de WhatsApp del otrora partidazo.

Y aunque mi estancia en ese espacio virtual fue poco más que breve, me percaté de sus intenciones de supervivencia, las cuales son plausibles. Pero lo que más me llamó la atención fueron las desconfianzas y soberbia que guardan en sus sobrevaluados pechos tricolores, al solicitar discreción cuasi clerical a cada uno de sus integrantes que se acusaban entre sí de filtraciones en aquel vertedero, como si lo que ahí se tratase pusiera en riesgo la mismísima doctrina de la fe.

Estos anacoretas del nacional revolucionario olvidan que para ejercer el poder hay que tenerlo, y ellos llevan tres años fuera de la Presidencia de la República, 6 y contando del Palacio de la Corregidora, y 9 y los que faltan del Centro Cívico, por lo que en lugar de andar jugando a las teorías del poder y al inspector chino, deberían estar pensando en una renovación de fondo, o incluso, la refundación del partido para generar nuevos cuadros que tanta falta les hacen, porque a como están, ni una mentada levantan.

“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”.

No hay cómo votar en contra

Menudo regalito les dio la semana pasada el diputado del Partido Verde Ecologista de México a sus contertulios de la LX Legislatura, con la iniciativa que reforma el artículo 22 de la Ley de Movilidad para el Transporte del Estado, que pretende que todo el transporte público migre a vehículos con bajas o cero emisiones.

Como verá, una iniciativa tan noble y sin tinte partidista pinta en la imaginaria para ser votada en unanimidad por el Pleno legislativo; sin embargo, caras vemos e intereses no sabemos, así que solo queda esperar.

¡Ah, pa’regalitos!

-Lenguas viperinas

Cuentan que en próximos días habrá migraciones de exdirigentes tricolores hacia campos más “verdes”, pues en el PRI el futuro es muy incierto y comienza a oler a muerto.

Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.

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