Fuentes cercanas al Palacio Nacional afirman que el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda estaría cerca de ser ungido por el gran Tlatoani para encabezar la candidatura de Morena a la gubernatura del estado. Quizá esto se deba a la ya mencionada alianza Morena-PT-Verde.

Le explico: El partido liderado en el estado por Ricardo Astudillo Suárez ha mantenido un histórico promedio de 4 por ciento en los últimos tres procesos electorales, mientras que el PT, 2 por ciento. Siendo por demás mesurados y si Pitágoras no miente, la diferencia entre el puntero y el candidato de la alianza se estaría reduciendo de 10 a solo 4 puntos, lo cual, pensando en los más-menos de todas las encuestas, en las mediciones de diciembre podríamos estar viendo un virtual empate técnico.

Aclaro, y antes de que empiecen “campanas al vuelo” o “dolores de muelas”, es lo que arrojaría un estudio estadístico, el cual se puede cumplir solo y siempre y cuando, los tribales “trukutrús” de Morena Querétaro se pongan de acuerdo, no espanten al electorado y entiendan que si el señor presidente manda a su “espada de Damocles” a competir no es a una campaña testimonial.

Tan sencillo o difícil, como usted lo quiera ver.

¿Y dónde está la segunda fuerza política de la Legislatura?

Ha transcurrido prácticamente la mitad del encargo de los legisladores locales y la oposición de la segunda fuerza política en el estado nada más no se ve; parece que los zafios legisladores del partido del presidente están más preocupados en ver dónde siguen cobrando, con quién se siguen peleando o cuánto tiempo falta para jubilarse. ¡De todos no se hace uno! Su mandato se resume en dos palabras: Relumbrón y temeridad, son inocuos, grillos perennes, cuyo paso y presencia en el Congreso no es capaz ni de ponerle la “sal y la pimienta” a la Legislatura.

Lo que natura no da, Salamanca non presta.

Sin embargo, se mueve

A pesar de su posición de diputada sin partido, Elsa Méndez ha sido capaz de capitalizar para su proyecto, sea cual sea, a ese sector inquisidor de la sociedad queretana que ve en ella una esperanza de renacer y subsistir, un extinto líder cristero capaz de gritar en una sesión solemne de la Legislatura: “¡Viva el señor obispo!”, o inmolarse en guerras santas contra los impíos.

No soy su fan, difícilmente lo sería; soy un pecador más que promedio que a veces olvida ir a misa los domingos y considero que las ideologías están agotadas. Soy firme creyente de los puentes sobre los muros; pero no puedo negar que la “diputada clerical” puede ser “los gramos que completen el kilo” para la conservación de algún registro partidista. Su reto radica en hacer de lado su dogmatismo religioso y entrarle al pragmatismo político. Si lo logra, seguramente la veremos otros tres años más en la palestra.

Ni tanto que queme al santo ni tanto que no le alumbre…

Correos de Santo Domingo

A pesar de la distancia, Su Excelencia Carlos Peñafiel Soto trata de seguir la vida política de Querétaro; y muy a su pesar, ve que Morena en el estado, como partido, va en picada y no es culpa de nadie, es culpa de todos, porque todos son todo, enemigos internos pasan y se van para que lleguen nuevos, esa es la historia y destino.

Aún hay tiempo, me dice, en charla, más que amistosa, fraterna. Aunque un dejo de nostalgia se palpa a tiro de letra, tratando de convencerme de lo que yo ya estoy convencido: ¡Cuánta falta le hace Carlos Peñafiel a Morena! Era el catalizador de las ansias de novillero, el equilibrio entre los rapaces y el tejedor de acuerdos.

¿Quién será capaz de construir con ese lego macabro? No lo veo. ¿Y usted?

Lenguas viperinas

El bicho del Covid-19 ronda por siniestros ministerios del Centro Histórico. Para ser más precisos, en la calle de Pasteur. Ojalá y no sea el pretexto para no investigar al vecino de Madero 70.

Al buen entendedor, pocas palabras.

Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.

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