La inscripción de Carlos Villagrán Eslava como aspirante del partido local Querétaro Independiente, vino a refrescar el ambiente político en el estado. Las críticas y comentarios en contra no se hicieron esperar, todos basados en juicios “ad hóminem”, pues no hay impedimento legal para su postulación.
Carlos se valdrá de la fama de “Quico”, sí, y tiene todo el derecho de hacerlo, es estúpido pensar lo contrario; resulta irrisorio que los primeros en atacar y descalificar al histrión, con el lánguido argumento de “zapatero a tus zapatos” son los mismos que otrora apoyaron y se desgañitaron por Ríos García. Los entiendo, ambos van por el mismo tipo de voto, ese que me permitiré llamar: “A la chingada”.
El denominado voto es el que se define el día de la elección, a veces minutos antes de emitirlo, a veces en el mismo momento del sufragio; ese voto, que es determinado bajo un sencillo pero efectivo proceso de eliminación realizado por el votante, al no identificarse con ninguna propuesta “tradicional” y decide: “A la chingada”, por este, esa es la verdadera preocupación.
El ajado cliché de la capacidad para gobernar no sirve, además de que bajo la óptica del “pueblo bueno”, el mejor candidato sería el vendedor de tacos que producto de su historia de éxito pagó un doctorado, mismo que será cuestionado porque no fue obtenido en universidad pública. Pero eso es otra historia, regresemos al tema de “Quico”.
Aunque usted no lo crea, es un hombre de poder. Su participación en “El Chavo del Ocho” le permitió reunirse públicamente y en privado con mandatarios nacionales e internacionales de la época. ¿“Quico” no sabe de política? Claro que sabe, y le aseguro que más que muchos de los que se las dan de divas en el estado. Villagrán “domó al tigre”, se “codeó con el chino”, abrazó viudas y “nadó con tiburones”. Así se explica que una elección local haya tomado relevancia en el ámbito internacional, ocupando las primeras planas de importantes rotativos.
No creo que “Quico” lleve a Carlos al Centro Cívico, pero no le resta argumentos para buscarlo.
Van por Maximiliano
Fieles a su política de arrabal, cierto grupo de simpatizantes de Morena que se hacen llamar “coordinación municipal” (figura inexistente en estatutos), encabezado por Alicia Colchado Araiza, quien no ostenta la vocería partidista, salió una vez más a turbar el ambiente y a exhibir su ignominia; conducta reiterada desde el proceso de designación de candidato a la gubernatura.
Esta vez la víctima de sus atavismos ideológicos y complejos de clase, fue el más sólido aspirante que tienen a la presidencia municipal de Querétaro, Arturo Maximiliano García Pérez, a quien acusan de ventajoso solo porque sabe hacer política y haber crecido fuera del lumpen.
Nada nuevo, su génesis los obliga, viven “en pie de lucha”; ¿contra quién?, no importa; si no tienen de qué quejarse, pierden su razón de ser; ganar no está en sus planes, pues ganando pierden. De ahí la oposición a sus candidatos, dirigencias y partido. No descarte que en unos meses se opongan hasta al mismo López Obrador.
Jesús Méndez y Miguel Ángel Chico nacieron en un partido de tradición institucional, aún están a tiempo de poner orden en la tribu.
Nava sigue sin ser tapadera de nadie
Una de las promesas de campaña que más se cuestionó al entonces candidato Luis Bernardo Nava Guerrero, fue que no sería tapadera de nadie cuando se le preguntaba sobre las posibles acciones legales que pendían sobre su antecesor.
Pues bien, a lo largo de su mandato ha quedado claro que, sin aspavientos ni reflector, la promesa se ha venido cumpliendo y la administración de Nava Guerrero no ha sido obstáculo para que la Fiscalía General del Estado haga su trabajo de investigación. Prueba de ello, la reciente detención del exdirector de Desarrollo Urbano el pasado viernes a las afueras del Centro Cívico. No hubo las clásicas llamadas para pedir favor, ni avisos previos, simplemente se cumplió la ley y ya.
Entiendo a quienes no les gusta el estilo de Nava, no da para el amarillismo al que nos tenía acostumbrados Marcos.
Y no hubo alianza
Como adelanté, no se concretó la alianza entre Verde, PT y Morena. Y no, no es porque Celia Maya García no sea una candidata competitiva como argumenta el “matemático de las restas”, Ángel Balderas; ni el PT ni el Verde dijeron eso tampoco. Los verdaderos motivos son simples: es imposible construir con Morena y ambas dirigencias prefirieron transitar solas antes de abrirle la puerta a la familia disfuncional de la izquierda.
Nadie quiere en su casa al tío que borracho cachetea a la tía, ni a los primos que se orinan en los jardines y después se agarran a trompadas. ¿O sí?
Roberto Cabrera
Con un sentido mensaje, Cabrera Valencia anunció su recuperación de Covid-19. El también aspirante a la presidencia municipal de San Juan del Rio, habló más que como político, como ser humano, mostrando empatía con aquellos que han perdido un familiar o que como él han padecido el bicho: “El tiempo en el que pasé el Covid, pude reflexionar sobre lo mucho que nos vino a golpear y castigar esta enfermedad a cada una de nuestras familias”, se lee en sus redes sociales.
Lenguas viperinas
Mientras en Guerrero, Zacatecas, Nuevo León, Tlaxcala y Michoacán, los inconformes por las encuestas para la designación de candidatos a gobernador acudieron a las instancias legales para impugnar los resultados, en Querétaro todo queda en pleito de gueto y nostalgia. Luego se quejan porque nadie los toma en serio.
Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.
18
Ene 21
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