El plátano es una fruta que todos alguna vez hemos comido y es una gran fuente de potasio, pero hay algo en esta fruta amarilla que tal vez nunca te habías dado cuenta, contiene radiactividad.

Aunque la verdad es que la mayoría de las frutas son radiactivas, pero el plátano es la más radiactiva de todas. Las bananas son lo suficientemente radiactivas como para hacer saltar falsas alarmas en los sensores de radiación usados en puertos y aduanas en Estados Unidos, que se usan para detectar el posible contrabando ilegal de material nuclear.
El potasio es lo que convierte al plátano en radiactiva.

Cada 100 gramos de plátano contienen casi 400 miligramos de potasio, en diversos isótopos. Uno de estos, conocido como potasio-40, es radiactivo, pero solo representa el 0.0117% del total del potasio contenido en una banana.

Además, los defensores de la energía nuclear suelen usar a lo que llaman “dosis equivalente a un plátano” para medir las pequeñas fugas de radiación de las centrales nucleares.

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