Cuando apenas inicie el proceso electoral 2023-2024, los principales partidos políticos en México ya tendrán a sus aspirantes a la Presidencia de la República.
Hasta noviembre prevé la Legipe el inicio de las precampañas. Sin embargo, los dos grandes boques de partidos han culminado ese proceso. ¿Qué harán durante ese espacio de tiempo? ¿Otra patraña electorera?
El INE, incapaz de poner orden en el desorden electoral generado desde la Presidencia de la República. Rompió el Estado de Derecho.
Fuera de tiempo, el INE fiscalizará los gastos de los procesos de campañas “internas”, las cuales fueron abiertas a la población. ¿Qué sucederá con aquellos que hayan gastado mucho más de lo autorizado por el INE para gastos de campañas? ¿A quiénes va a sancionar el INE por todos aquellos claros mensajes de campaña de los contendientes para ganar la Presidencia de la República? ¿Descalificará el INE a cualquiera de las contendientes que obtenga el triunfo de sus campañas internas?
Un panorama electoral siniestro generado desde la Presidencia de la República. Con amplias posibilidades de crear nulidades de toda índole.
Más trabajo para el TEPJF. En los magistrados se cifrarán las esperanzas de evitar las nulidades que ya provoca el mismo Andrés López Obrador por sus constantes intervenciones delincuenciales en el ámbito electoral.
Dada la permisibilidad del INE en los movimientos “inéditos” de los frentes políticos que conforman 6 partidos políticos, al haber permitido campañas adelantadas, disfrazadas de actos partidistas, consecuente e indudablemente que la flexibilidad en la aplicación de las normas electorales deberá seguir siendo el comportamiento de los 11 consejeros del Consejo General.
AMLO contaminó el ambiente del organismo autónomo. Logró la subordinación de la izquierdista Guadalupe Taddei, aliada del presidente, a quien le autorizarán más de 23 mil millones de pesos para el ejercicio fiscal del año próximo. La mayoría de los consejeros fueron impuestos por la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, los volvió aliados. “Evidente secreto a voces”. Para el presidente dejó de ser incómodo el INE, aunque el eterno inconforme continúe quejándose de algunas decisiones del Consejo o de las comisiones, como la de Quejas y Denuncias.
Frente al enrarecido ambiente preelectoral, todo puede suceder y sería en beneficio del mismo Andrés López, quien intentará descarrilar el proceso electoral frente a cualquier mínima posibilidad de pérdida de su “corcholata” favorita.
AMLO hace y seguirá haciendo todo lo posible por ganar la elección de 2024, sin importar las funestas consecuencias.
La violencia es una enorme posibilidad. Una vez prendido de la “ubre” del poder, opone resistencia para desprenderse de ella; lucha por dejar y ampliar su legado de destrucción, cual régimen socialistoide: Empobrecer al pueblo será su legado.
¿El desorden electoral puede llevarnos a la nulidad de la elección presidencial? Por supuesto que sí. Ese es un recurso previsto por el mismo Andrés López Obrador. El asidero del y por el poder, ambición que mata a cualquiera. Ejemplos de ello hay varios en México.
Mucho dependerá de la sociedad civil organizada para evitar el mayor fraude electoral de la historia planeado desde la Presidencia de la República. En el entendido que no sería el primero. En 1986 quedó registrado el fraude electoral en la historia, aquel cometido por el hoy director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, empleado por el gobierno cuatroteista. Curiosamente cobijado por quien hoy maquila el fraude electoral. No son los mismos tiempos, pero…
¿Qué sucedería si la CFE, a cargo del fraudulento de Bartlett, deja sin energía eléctrica a los organismos electorales el día de la elección? De un tiempo a la fecha son más que frecuentes los cortes y recortes de energía eléctrica en toda la República Mexicana. Ninguno de los 300 consejos distritales podría recopilar ni enviar información electoral al INE. La fluidez y certeza de la información de la votación en las casillas se interrumpiría, al igual que lo hizo Manuel Bartlett cuando presidía el órgano electoral. Nada descabellada la idea de AMLO. Los números de las votaciones los podría manipular a su antojo. Tienen a su disposición al fraudulento de Bartlett y en el lugar más adecuado para dejar “caer el sistema” electoral.
Las opciones del presidente López para anular o cometer fraude electoral son variadas. El Presidente de la República, dispuesto a todo con tal de no perder la elección. También tiene a la delincuencia organizada como aliada para causar más violencia, generando un estado de excepción. ¡AMLO es un peligro para la democracia!
Así lo ha estado experimentando Andrés López durante todo su mandato. Prueba las resistencias de autoridades y sociedad. Hasta hoy ha salido victorioso. Viola la Constitución y la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, sin pudor alguno, sin consecuencias legales que le impidan continuar con la soez conducta contumaz.
Todo apunta a que el desorden electoral generado por el presidente López tiene un claro objetivo: ganar las elecciones a como d{e lugar.
La sociedad mexicana tiene y tendrá la última palabra.
28
Ago 23
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