Después de más de 5 años de una campaña de denostaciones emprendida desde la misma Presidencia de la República en contra de todo aquel que disienta de las ideas y acciones de López Obrador, este vuelve a la cargada, echa culpas a sus “enemigos” y les endilga las campañas de desprestigio en contra de su gobierno.

AMLO emprende nuevamente la distorsión de la verdad atacando a otros de lo que él mismo lleva a cabo utilizando, sin descanso, todos los recursos públicos.

En la mañanera de este día lunes, Andrés López pretendió diluir su responsabilidad culpando a sus opositores de las campañas sucias. Su argumento o justificación: que estamos en proceso electoral.

Entre sus acostumbradas mentiras mañaneras dijo: “Es importante tener presente que estamos en temporada electoral, en estos cuatro meses en México van a haber muchas denuncias y se incrementa la guerra sucia en contra de nosotros, ya lo estamos percibiendo. Desde luego, no es nada excepcional, llevamos bastante tiempo sometidos a fuertes campañas de desprestigio”.

AMLO, reacio a las críticas cuando él mismo creó su campaña de denostaciones y vituperios para acceder a la Presidencia. Años se la pasó y sigue en lo mismo, calumniando a sus opositores. Mintiendo, engañando, generando falsas expectativas. A todos sus opositores, desde entonces, los calificaba de corruptos, los adjetivizaba como aquellos de los de la mafia del poder; los ofendía diciéndoles puercos, cochinos, marranos.

Ahora que AMLO (el crítico por esencia) es el presidente, no le agrada que aquellos a los que siempre ofende realicen cualquier crítica en su contra. Solo acepta loas, no críticas. El acoso, las ofensas, las amenazas a los opositores se desarrollan desde la misma Presidencia de la República.

Parte de su estrategia para castigar a sus “opositores” periodistas. Curiosamente, se “coló” toda la información personal de los profesionales de la información que han acudido a sus mañaneras. Sea por irresponsabilidad o por jaqueo, los datos están a la mano de los delincuentes; domicilios, fotografías, nombres completos, números de teléfono. ¿Coincidencia? No lo creo. Es guerra sucia desde el mismo epicentro del poder político a cargo del presidente López.

El Inai, literalmente, rebasado. Si pide información al Ejecutivo para que responda sobre la revelación y divulgación pública de los datos personales protegidos por ley de cientos de periodistas, enemigos de AMLO, por aquello de las críticas, seguramente no obtendrá nada. Aquellos “pseudoperiodistas” como “Lord Molécula”, seguramente felices. Estrategia sucia del gobierno, denominada “guerra sucia”.

Por eso el presidente López adelantó, atajó lo siguiente: “Lo que esperamos en estos cuatro meses es todavía más bombardeo de noticias, de insultos, de calumnias, porque fíjense cómo son las cosas: Como ya hay mucha politización del pueblo de México, estas conferencias y las redes sociales nos ayudan mucho a estar informando, esto que hacemos todos los días y el derecho de réplica, antes no existía”. Como cualquier delincuente, AMLO busca cómo diluir su responsabilidad, culpando a otros por sus pillerías.

Cinco años 2 meses de una larguísima campaña oficialmente pública, disfrazada de libertad de expresión, llena de denostaciones por parte de Andrés López, resulta que, según su mitomanía, él es el inocente, el afectado por las campañas de insultos, de calumnias, mismas que se incrementan como guerra sucia en su contra por tratarse del proceso electoral. ¡Habrase visto semejante cinismo presidencial!

Lamentable la omisión de la oposición, que calla ante semejantes infundios de López Obrador, especialista en generar y lanzar vituperios, calumnias, mentiras, para después culpar a otros de sus propias acciones.

Guerra sucia del presidente López que se acompasa con la ineptitud de su administración, el incumplimiento de sus promesas, aderezadas con la exacerbada corrupción de empleados de su gobierno, así como de sus familiares más cercanos y muchos más.

Es así como el titular del Poder Ejecutivo se entretiene mintiendo en sus mañaneras, echando culpas a terceros, creándose el perfil de víctima de las críticas que él mismo encabeza como parte de su tergiversada política pública gubernamental.

¿Y la oposición a qué se dedica? AMLO les receta diariamente su dosis de mentiras, calumnias, difamaciones y los estoicos aguantan la andanada de descalificaciones y guardan silencio. ¡Oposición mediocre!

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