Por fin se clarifica el escenario en Morena Querétaro. Al menos así se antoja en el papel con la llegada del otrora priísta Miguel Ángel Chico como delegado en el estado; y sin poner en duda la capacidad del guanajuatense, la empresa que se le encomendó no es para nada cómoda, conociendo a los miembros del “clan de la devastación”, quienes seguramente ya tienen preparada la hoguera, palos y piedras para darle la bienvenida.

Chico Herrera se encontrará con la nada, con un grupúsculo de tribus adversarias entre sí, cada una sintiéndose poseedora del dios fuego y el invento de la rueda, nula capacidad de diálogo y la imposibilidad de transitar de manera institucional.

Dicho lo anterior, el nuevo delegado tendrá que acudir a estructuras externas como las conformadas por Gilberto Herrera Ruiz y Arturo Maximiliano García Pérez (hablo de ellos porque los “santiaguinos” ya andan en otro corral), lo cual molestará a los antropoides lumpenescos, que harán de todo para encontrar “la piedrita en el arroz” y darle en la madre a todo.

Si usted es simpatizante de Morena, no se enoje, sabe que lo que escribo es cierto, que después de la partida del ahora embajador Carlos Peñafiel Soto, los graciosos homínidos han sido incapaces de convertir su círculo vicioso en un círculo virtuoso, su conducta gregaria es ir en contra de todo y a favor de nada.

Así que el escenario para el delegado no es nada alentador.

“Non Draco Sit Mihi Dux”.

El regreso de Herrera

El regreso del exrector Gilberto Herrera Ruiz a su escaño en la Cámara Alta ya ha provocado reacomodos en la política local; se abrió la posibilidad de construir el proyecto para la gubernatura del estado desde el hemiciclo de Paseo de la Reforma, lo cual suena interesante si es que le permiten el lucimiento en una bancada plagada de protagonismos.

Algo ha dejado claro el exrector, el rol de “patito feo” no le sienta bien y buscará marcar agenda de una u otra manera. Por otro lado, si es que no fuera favorecido con la candidatura a gobernador, el Senado no le sienta mal para posicionarse en el plano nacional y apostar al futuro.

Ni judas fue tan traicionero

No habían pasado 15 días de que el zar antilavado, Santiago Nieto, había decidido no contender por la gubernatura del estado, cuando quien se decía próximo secretario de Gobierno, coordinador general de campaña y embajador plenipotenciario de Santiago en Querétaro ya andaba de ofrecido con otra “fuerza”, engañando incautos con el conque de que el doctor Nieto le había pedido personalmente que todos sus simpatizantes se sumaran al proyecto de un tal Juan Carlos Martínez.

Así, como por arte de magia, los puntos que reflejaba el doctor Nieto en las encuestas se traspasarán a quien se dice el dueño del partido de Pedro Haces, insaculado por el mismísimo Presidente de la República y el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal. ¡Menuda estupidez!

Pero como dice el dicho: Se juntó el hambre con la necesidad, pues el “Ches”, como se le conoce en el círculo rojo, encontró en el neopolítico tierra fértil para tirar bosta.

Poco se le augura a esa “alianza”; hay demasiada inocencia, lengua larga y vista corta.

Duda razonable

Luego de que el periódico Reforma revelara la presunta declaración de parte, que obra dentro de la carpeta de investigación del caso Odebrecht, rendida por Rafael Caraveo, vale la pena preguntarnos: ¿A quién beneficia el show?

Pues si bien es cierto, la mentada confesión es parte de una indagatoria (no de un juicio), no han consignado, por tanto, en este momento es solo un dicho, un dicho que alguien o algunos están muy interesados en difundir. Lo curioso es que a esa carpeta solo tienen acceso tres personas: El imputado, la fiscalía y los defensores particulares, estos últimos relacionados al despacho de Roberto Gil Zuarth, quien tiene estrecha relación con el excandidato presidencial Ricardo Anaya Cortés, lo cual hace pensar: Si no filtra la fiscalía ni el imputado, quizá filtraron los defensores; total, nomás es de atravesar la calle.

Huele a fuego amigo.

Lenguas viperinas

Dicen los que saben que a un candidato de generación espontánea le tienen de regalo un regalito de parte de la familia Ducoing. ¿Será?

Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.

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