A un mes de la jornada electoral, el partido Morena –que resultó ganador– se debate entre el sectarismo, la división y el canto de las sirenas.
Los comicios del 2 de junio no fueron sencillos. En medio de un contexto político complejo: guerra sucia, control total de los medios de comunicación, mucho dinero circuló por debajo de la mesa, un órgano electoral cómplice, y con el control de las mesas de casillas, fueron 45 días de dimes y diretes.
A pesar de pesar de los pesares y contra pronóstico, Morena resultó el ganador; bueno, Morena no iba solo, más bien la alianza con el Verde y el PT, resultó ganadora.
Beneficiados por el voto, el PT y el Verde llegan a la Legislatura local y se convierten en las fracciones bisagra, las que pueden dar la mayoría a Morena o al PAN, pero ese asunto ya lo revisamos la semana pasada.
Morena cambió el mapa político en la entidad. Es verdad, fue el gran ganador porque no tenía nada que perder, y la única presidencia municipal que estaba en sus manos, Arroyo Seco, la perdió, aunque ganó otras 4; no son muchas, ni la cuarta parte de las 18 que tiene el estado; 8 diputaciones locales –ya con las pluris–, 2 diputaciones federales –la tercera, aunque se la adjudican a Morena, es del PVEM.
Ganó porque no tenía nada en su poder, pero ganó y ahora es la oposición real más grande que ha tenido el PAN desde que es gobierno, aunque usted no lo crea. Eso le ha permitido escuchar el canto de las sirenas y en Morena sus “activos políticos” aún no gatean y ya quieren correr.
El triunfo de Morena se le puede acreditar a varios factores: la ola nacional que produjo Claudia, el descontento con los gobiernos locales del PAN, que la gente votó por los candidatos y no por el partido, por la “unidad” de Morena para hacer las campañas, a los programas sociales federales que llevaron los votos a las urnas; pueden ser muchos factores, y como el triunfo siempre tiene varios padres, todos se los adjudican, así como la derrota no tiene madre y nadie se queda con ella.
A un mes del cambio en el mapa político, por lo menos hasta ahora en el papel, vamos a esperar si de verdad Morena y sus aliados se convierten en una oposición real que cogobierne o se mueren en el sectarismo y en las ambiciones personales, de grupo, en el “proyecto político” de cada uno de los principales activos de los morenos.
Tienen candidatos fuertes, los tienen: Santiago Nieto, que sigue vigente; Luis Humberto Fernández; Gilberto Herrera, y no descarte a Chema Tapia. Ahí también ponga a la senadora electa, Beatriz Robles, y unos dos o tres militantes más.
En campaña anda Santiago Nieto, que bien a bien aún no define su destino inmediato: si se suma al gobierno federal, ya sea con Ebrard en la Secretaría de Economía, con García Harfuch como asesor en el Senado o se convierte en el superdelegado del gobierno federal y del comité nacional en la entidad. Igual anda en campaña recorriendo el estado, dando la cara; anda en campaña, veremos si aguanta el paso que él mismo se ha impuesto.
Lo mismo hace Gilberto Herrera, con su grupo, sectario como lo ha sido siempre, desconfiado como lo es, Gilberto hace labor social muy noble de su parte y seguirá haciéndola como diputado federal, pero no hace política, no hace partido, no suma, aunque diga que la sierra es de él, que ganó allá.
Morena perdió en la Sierra Gorda, no ganó Jalpan, no ganó Pinal y perdió Arroyo Seco, Peñamiller, por mencionar algunos municipios, todos ellos territorio gilbertista.
A veces más preocupado y ocupado en la grilla de la UAQ, para cuando llegue el 27 Gilberto Herrera tendrá 9 años siendo legislador: 6 de senador y 3 de diputado federal, y un ínterin como delegado de Bienestar, hasta ahí puede llegar, su mejor oportunidad la dejo ir en el 21 y en este 24 no pudo quedarse con la reelección al Senado; pero no lo descarte, ya que en política nada está escrito.
Luis Humberto Fernández ganó el sexto distrito federal, dicen que es el enviado, que está tocado por la mano poderosa de la presidenta de la República electa, Claudia Sheinbaum.
Los más ilusos lo ponen hasta como posible secretario de Educación del gobierno federal, el jueves sabremos. Lo que sí es cierto es que estará en la burbuja legislativa en San Lázaro.
En Morena se ha soltado el rumor de que es el tapado de Claudia, eso han dispersado; lo único real es que ya anda en campaña: un día sí y otro también colabora en los medios de comunicación, esos mismos que golpearon las campañas de los candidatos de Morena, incluyendo la suya.
Igual hace “amarres” con los diputados locales electos de su partido, al grado de que se especula que “muchos” de ellos, y ellas, ganaron por él, y que ahora son de su establo: Ulises, Andrea, Homero, Sinuhé Piedragil, etc., dicen que son de su grupo. Ya veremos.
La verdad es que también algunos medios locales le han dado cuerda y ya casi casi lo tienen de candidato para el 27. ¿Será una estrategia del PAN?
Beatriz Robles ganó porque iba a ganar, pero es la directamente beneficiada por Santiago Nieto, pasó inadvertida en las campañas; en el 21 perdió como candidata a diputada federal, pero está en la jugada.
Ahora, si en el 27 se repite la coalición, pues sume a la lista a Ricardo Astudillo, que seguramente pujará para que por lo menos sea mencionado.
Hay más morenos y morenas que van a ser, o ya son, protagonistas; sí los hay, en un nivel inferior, pero cuentan y mucho: Andrea Tovar, que seguramente será la coordinadora de la bancada de Morena o la presidenta de la Mesa Directiva; Sinuhé Piedragil, que igual busca ser el coordinador de la bancada de Morena o presidente de la Mesa Directiva; Maximiliano García, que seguramente estará en la Junta de Coordinación Política del Congreso local, llega por el Verde pero es de Morena, y tal vez coordine a la bancada del Verde, ya se le vio muy cercano a Ricardo Astudillo, el dueño de ese partido.
Pero –aquí viene el pero– Morena en Querétaro aún no sabe lo que es gobernar, lo que significa el poder, y ya se andan dando internamente hasta con la cubeta; fieles a su filosofía de dividirse, pueden ir de más a menos.
Si Morena se aferra a su sectarismo, a sus divisiones, a sus luchas internas, le apuestan a la división, o si los morenos escuchan el canto de las sirenas, les van a comer el mandado y quedarán bajo el dominio no del PAN, sino de sus ambiciones.
02
Jul 24
Twittear
Morena tiene una mayoría en la próxima Legislatura, no ahora; aún no tiene un...
Elecciones son lecciones, dice el clásico; pero a una semana de la debacle para...
¿Quién o quiénes destruyeron al PRI en Querétaro?, ¿quién o quiénes se be...
Si el PAN en Querétaro no se refunda para recuperar sus valores, sus raíces; s...
Danos tus comentarios