En tiempo difíciles para nuestra naciente nación, Vicente Guerrero luchaba por conseguir la independencia de México, entonces los españoles le ofrecieron la amnistía y un empleo para que depusiera las armas, usando como emisario al mismo padre de Guerrero quien no aceptó el trato, dejando desde entonces grabada la trascendente frase “La Patria es Primero”. Pareciera que una parte de la historia se repite ahora que vivimos un proceso electoral que nos llevará a elegir al próximo Presidente de la República, proceso en el cual algunos de los candidatos ofrecen todo con tal de aquedarse con la Presidencia de la República; amnistía a los delincuentes y dinero disfrazado de pensión, para que voten por él. Por ello traigo a colación la frase que nos diera una nación independiente en 1821, después de una larga lucha en contra de los españoles. Por eso es necesario recordar esa parte de la historia en la que Vicente Guerrero ante puso su vida para lograr la independencia de España: “La Patria es Primero”.
Pareciera intrascendente el proceso electoral que vivimos poco más de 120 millones de mexicanos, pero no es así; no es simplemente otra elección. No es así. El rumbo de nuestra nación está en juego y en grave riesgo de retroceso en un mundo cambiante y competitivo entre naciones. Candidatos que, con tal de ganar el poder, ofrecen regalar dinero sin generar riqueza, perdonar a delincuentes, destruir reformas estructurales necesarias hoy en día en un mundo de competencias descarnadas, destruir todo aquello que signifique progreso, como el impedir la necesaria construcción de un aeropuerto que, como nación, nos lleva a mejores estadios de vida; o retroceder en una reforma educativa que había caído en manos de delincuentes que abusaban del presupuesto, de la estructura administrativa y del personal para beneficio propio dejando a un lado a los menores educandos. Detener la reforma energética para regresarle a una camarilla de bandidos toda una industria los privilegios, sea la petrolera o la de energía eléctrica. Con estas ofertas de “gobierno”, Amlo se ha ganado la simpatía de millones de mexicanos que esperan ansiosos su pensión por no hacer nada o regresarles el patrimonio de la nación para seguir siendo administrado por esa camarilla de bandidos que perdieron sus privilegios y los delincuentes en espera de ser perdonados. ¿Es acaso la nación que merecemos los mexicanos? ¡Por supuesto que no!
Este día el INE organizó el primer “debate” entre los contendientes a la Presidencia de la República, serán 5 los que comentarán sus propuestas para gobernar durante los próximos 6 años, junto con la Cámaras legislativas, por las cuales -por cierto- Andrés Manuel López Obrador, ya pide el voto popular y de llegar a la Presidencia, hacer lo que le venga en gana. Eso no lo puede permitir el pueblo de México, nunca es sano que un presidente obtenga el máximo poder al controlar dos poderes públicos a la vez, ese exceso de poder lleva al despotismo, a los abusos, a la intolerancia, a limitar el uso y disfrute del ejercicio de los derechos fundamentales, a la represión; ahí está el ejemplo de Chávez en Venezuela, hoy sufre el pueblo de esa nación con Maduro, al extralimitar sus poderes ha dejado a su propio pueblo en la pobreza, sin fuentes de empleo, sin producción industrial, sin libertad de expresión ni de difusión mediática, con represión social por medio de las fuerzas armadas ¿Eso queremos para México? ¡Por supuesto que no!
Por ello es importante analizar y reflexionar, sin fobias, ni por la esperanza de dádivas del gobierno, que no es más que dinero de los contribuyentes, dirigir el voto hacia el proyecto de nación más importante y no comprar la ilusión de que todo va a cambiar como por arte de magia, una vez que llegue Amlo a la Presidencia de la República. Que hay molestia y hartazgo por la corrupción, es cierto, pero debemos de empezar por nosotros mismos a cambiar y ser mejores ciudadanos y ciudadanas, nada de tranzas, nada de mordidas, nada de perjudicar al vecino, nada de estacionarse en lugar prohibido, nada de cerrar calles y perjudicar a miles, nada de robarle al cliente, nada de dar menos de un litro de gasolina o menos de un kilo del producto que compren. Aparejado a ello, exigir se sancione a cualquiera que abuse de terceros o quebrante la ley, sobre todo aquellos servidores públicos que se sirven del presupuesto público y no se les castiga. No esperemos el cambio de cuentas de vidrio por lo que aparenta ser oro.
De los 5 proyectos no es difícil encontrar la mejor opción y sí es fácil descubrir los ofrecimientos imposibles de alcanzar. Eso de regalar dinero y bajar impuestos sin crear fuentes de empleo que generen riqueza, es una ilusión ¿Acaso regresar al pasado es lo mejor? Poner a funcionar la maquinita de hacer billetes para dar y regalar con la ilusión de que nos obsequie el gobierno fajos de billetes que se traducirán simplemente en papel que nos llevará a la vorágine de la inflación. Amlo pretende llevar a la quiebra de la nación con sus falaces propuestas, que no son más que ilusiones, engañabobos que, a fuerza de reconocerlo, solo buscan el poder por el poder. Es un priista resentido. Cierto que la mayoría de los políticos piensan y actúan igual, la historia así lo demuestra; sean panistas, perredistas, morenistas, priistas, etcétera; solo basta observar que la mayoría de ellos resultan exitosos políticos que se vuelven empresarios como por arte de magia y consecuentemente millonarios; nadie se escapa, desde Alejandra Barrales, supuesta luchadora social, hasta Ricardo Anaya, próspero empresario. Por ello debemos pensar y razonar hasta el cansancio quién es la mejor opción para gobernar nuestra nación y recordar la frase célebre de Vicente Guerrero en tiempos aciagos en que éramos saqueados por una nación extranjera: “La Patria es Primero”. Ahora nos saquean muchos de los mismos mexicanos que nos gobiernan. Necesitamos al mejor proyecto de gobierno, al hombre con antecedentes de honestidad y capacidad para ejercer la gobernanza. No queremos a quien con vanas promesas lleve a la banca rota a nuestro país.
Así de simple. Aún hay tiempo para analizar y reflexionar quién representa esa mejor opción para dirigir los destinos de nuestro país. Por lo pronto, este día es necesario escuchar y observar el primer “debate” de los 5 que aspiran a gobernar un país de más de 120 millones de habitantes y miles de problemas que atender y resolver adecuadamente; después decidir por quien pueda hacer alianzas progresistas con la sociedad y empresarios comprometidos para salir adelante, todos, no solo unos cuantos. Hagamos a un lado las propuestas de ofertas que solo destruirían por inaplicables en la realidad y recordemos a Vicente Guerrero: “la Patria es Primero”.
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