Después de lo que hemos visto de parte de Morena en lo que va del proceso electoral, es evidente la responsabilidad que recae sobre Arturo Maximiliano García Pérez.

No es solo el “candidato ancla”, también carga la responsabilidad de aportar la mayor cantidad de votos al proyecto estatal. Sin embargo, su candidatura otra vez corre riesgo, y no es una suposición malintencionada por atraer atención, se trata de un hecho cierto, comprobado y comprobable.

El “Meño” tiene en su planilla de regidores a la señora Patricia González Miranda, quien labora como subdirectora de recursos presupuestales en la delegación de la Secretaría de Gobernación, ganando la nada despreciable cantidad de 54 mil 500 pesos. Y usted me dirá: “¿Eso qué?, tiene derecho a trabajar y cobrar”. ¡Claro que lo tiene!, siempre y cuando lo devengara; pero no es así.

Para muestra un botón, es candidata y jamás pidió licencia al cargo. Es más, continúa ejerciéndolo, cobrando y haciendo campaña en horario laboral, a pesar de las múltiples veces y voces que se lo han solicitado en congruencia con las máximas morenistas de “no mentir”, “no robar” y “no traicionar”.

Y por el bien del proyecto, Paty no entiende; por el contrario, amenaza con denunciar por violencia política de género a quien sugiere que solicite licencia.

El caso no es menor; existen denuncias en el órgano de control interno de la propia secretaría y en la Función Pública, pero eso es lo de menos; la osadía de González Miranda abre la puerta a procedimientos electorales donde las interpretaciones subjetivas hacen que las resoluciones sean de pronóstico reservado.

Pero no todo está perdido, aún hay tiempo para que doña Paty recapacite y, en un acto de generosidad y congruencia política, entregue su renuncia para ser sustituida en la fórmula. Total, aún quedan tres años de administración federal y el sueldo de regidor es muy parecido al que cobra.

La cosa es muy sencilla: “Bajarse y conservar la dignidad o arriesgarse todo por ambición”.

Roberto Cabrera contra las adicciones

Pocos candidatos le entran al tema de las adicciones y su rehabilitación, por lo delicado que es y lo poco redituable que resulta en las urnas; pero para Roberto Cabrera eso no es importante y sugiere entrarle de lleno a esta problemática, con la incorporación a su equipo de campaña de Aitor Juaristi Mendoza, quien es referente en el estado y está trabajando desde ya en lo que será el centro de atención municipal de adicciones en San Juan del Río.

Ojalá y más candidatos voltearan la vista a ese sector de la población que, al no estar de moda, simplemente poco importa.

Cayó parada

A quien la sustitución de candidatos a razón de género le cayó como anillo al dedo fue a la regidora con licencia del municipio de Corregidora, Gabriela Moreno Mayorga, pues entre pifias de registros y cumplimiento de cuotas, le tocó encabezar la fórmula del Partido del Trabajo a la presidencia municipal, convirtiéndose así en la única opción de la “izquierda verdadera” para competirle al poderosísimo Roberto “Tino” Sosa, luego de que Morena se quedó sin candidata por meter copias simples de documentos oficiales.

Deberían aprenderle a doña Gaby, que siempre estuvo puesta por si le tocaba.

Celia vive su propio debate

Cada día entiendo menos a los asesores de campaña de Celia Maya García, pues aparte de la caricatura –que parece haber sido diseñada por su peor enemigo– y los espectaculares con cubrebocas, la congruencia no es lo suyo.

Por un lado, sugieren a su candidata no firmar el pacto de civilidad promovido por una asociación civil y salir, incluso, a desconocerlo, argumentando cumplir la ley; y por otro, le construyen un discurso bravucón y excluyente, retando a Mauricio Kuri a un debate cara a cara.

El tiempo no perdona y nomás a Celia no se le ve ni discurso ni solidez ni nada. Se percibe una campaña de ocurrencias, sin planeación y con desperdicio de recursos valiosos que seguro harán falta en la recta final.

Cada camión que no se llena para los eventos, cada silla que se retira para que no se vea vacío, es dinero tirado y, desafortunadamente para ellos, se contabiliza. Y si a eso le sumamos la incorporación de los “FIOS”, nomás no se ve cómo.

Y de descalificar al árbitro, ni hablar.

Política y deporte

Le cuento. La delegación queretana siempre ha dado frutos al deporte local en la olimpiada nacional; pero hoy, el titular del Indereq, MarKus López, dice que no hay presupuesto para los deportistas, justificándose en el proceso electoral, y limita la participación a solo 20 atletas, condicionándolos a la obtención del metal dorado.

Como diría el gran mimo de México: “No hay derecho, joven”.

Ojalá el gobernador Domínguez eche un ojo al tema, no vaya a ser que haya gato encerrado y termine arañando un proceso que va la mar de bien.

Lenguas viperinas

El garrotazo más caro de la historia. Así podemos nombrar los queretanos al batazo sufrido hace tres años por Arturo Rueda Zamora, pues le valió para que su esposa Fabiola Larrondo Montes fuera diputada plurinominal de Morena, sin que aportara nada al estado.

Ahora, la “diputada cirio” alumbrará en el cabildo capitalino con, sin o a pesar de nosotros, pues una vez más se coló en la fórmula de representación proporcional. A sumar otros tres años más para la jubilación. Total, ¿qué tanto es tantito?

Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.

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