Kuri sigue dejando buenos sabores de boca con los nombramientos que va destapando en su gabinete. Esta vez tocó el turno a la hasta ahora senadora de la República, María Guadalupe Murguía Gutiérrez.

Si usted es muy joven o no está empapado de la política queretana, el nombramiento le pudiera sorprender y llevarlo a pensar que la legisladora se sacó “la rifa del tigre”, pero viera que no. Le cuento.

Lupita, como le gusta ser llamada por sus contertulios, tiene vasta experiencia en la administración pública en los tres órdenes de gobierno, que van desde haber sido secretaria del Ayuntamiento y secretaria de Educación en el estado hasta directora de ciencia y tecnología del mar de la Secretaría de Educación Pública (SEP), entre otros.

De su carrera legislativa qué podemos decir que no se sepa. Pero lo que sí se tiene que decir es lo que se espera de ella al frente del área y las expectativas que representa: Una secretaria abierta al diálogo, concertadora y cercana; claro, con esto no digo que vaya a encabezar una Secretaría de Gobierno blandengue y sumisa, no. Sin embargo, sí se aspira a menos “rigidez” (por llamarlo de manera romántica) y más sensible; incluso, ¿por qué no decirlo?, apapachadora y con calor fraterno, que privilegie el diálogo sobre la tabla y la mano abierta sobre el puño.

Sin duda, Mauricio sigue jugando sus cartas de manera excepcional hasta el momento, lo cual hace volar la imaginación de manera positiva en torno a su sexenio.

A manera de elucidación

Antes que nada, quiero agradecer públicamente la confianza y la amistad que me dispensa don Jesús Arturo Rueda Zamora, quien a través de medios electrónicos me hizo llegar un mensaje, aclarando primero: que me había faltado en su nombre el Jesús, por lo que ya di cuenta de ello; segundo: que efectivamente, haciendo uso de su derecho constitucional y a sugerencia de sus abogados, había otorgado el perdón a los pillos que le abrieron la cabeza, por lo cual recibió la reparación del daño correspondiente; y tercero: que sí fue servidor de la nación de bajo perfil, ocho meses como voluntario (¡qué aguante!) y 18 meses ya en nómina, renunciando el 15 de febrero de 2021. Eso sí, de su esposa Martha Fabiola Larrondo Montes no esbozó ningún comentario, quizá, porque en congruencia con el cierre de su mensaje: “Las personas tienen derecho a saber la verdad, aunque esta sea cruda”. Ahí quedó el mensaje de un caballero en toda la extensión de la palabra.

Arribistas al abordaje

Una vez más, los “naturales” de Morena (para no decirles antropoides lumpénicos) corren el riesgo de que los cínicos, sí, los cínicos, esos a los que los “doctorados” no les enseñan el significado de las palabras y acusan violencia, “les coman el mandado” con la dirigencia estatal del partido, pues en sus “tertulias de café aguado” ya están planeando golpe de estado en contra del delegado en funciones de presidente e impulsar a la única miembro del grupo de “ilustrados” que presuntamente es militante del partido. Objetivo que seguramente lograrán si la tribu de salvajes, hundida en el dogmatismo zurdo, sigue “fumando utopías” y cultivando rencores atávicos entre sí, en lugar de entender que a los partidos políticos se va a hacer política y que los planes de gobierno no sirven de nada si no se gobierna. Ya les birlaron las plurinominales y puestos en el gobierno federal, nomás falta que les quiten su cueva, no, no, perdón, su partido... y falta poco.

Pancho Domínguez, ¿presidente nacional del PAN?

Aunque muchos sesudos analistas y militantes de Acción Nacional ya echan campanas al vuelo y ven al gobernador Domínguez despachando en la oficina principal de la esquina en la colonia Del valle, lo cierto es que existen grupos nacionales con mayores posibilidades de competir por el cargo.

Aclaro, no digo que Pancho no pueda, pues dice la sabiduría popular: “El que respira, aspira”; sin embargo, tendría que pasar primero sobre el grupo del “Cerillo” Anaya, que aún conserva peso en el Consejo Nacional, y el de los “Bravos del Norte”, quienes pueden descarrilar a “tirios y troyanos”. Eso lo sabremos en noviembre.

Por cierto, la especulación de la salida del gobernador antes del cambio de poder es solo eso, pues para competir por la dirigencia nacional no le estorba, al contrario, le sirve de palestra nacional.

Lenguas viperinas

Que las rabietas de la diputada Larrondo no cayeron bien en su fracción ni en Morena, y mucho menos al interior de la Legislatura. “Los encueró gratis”, dicen, pues echó reflector a la nómina y la productividad a 75 días de dejar el cargo.

Somos nada.

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